Capítulo 6

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Sana soltó un nervioso suspiro mientras su pie se movía ansioso, revisó su reloj y no debería faltar mucho para que la jornada acabara, al menos según lo que ella recuerda. Ella debería quizás estar descansando, ya que perdió gran parte del día sentada en el asiento de un autobus incómodo, pero era el único que en ese momento estaba disponible y viajaba al pueblo, aunque ella no logra sentir cansancio pues está concentrada en las grandes puertas de entrada que tiene el recinto.

No le ha dicho a nadie que está ahí, es la primera vez que hace algo como eso, pero quiere manejar ella la situación esta vez, confiando en sus propias habilidades sociales para su cometido y la razón de su viaje. Se rascó la cabeza frustrada mientras daba unos pasos, quizás era un poco tonto y si alguien la viera y supiera qué hace la tildaría de loca, pero allí está ella, teniendo la esperanza de que ni Jeongyeon ni nadie la verá para regañarla, cuestionarla o ricriminarla por su actuar.

Escucha la campana sonar y un escalofrío la recorre, la sensación de nerviosismo invade su cuerpo y Sana siente que ya perdió un poco el control de sí misma, sus movimientos volviendose más toscos y su respirar algo agitado y discontínuo.

Ve salir primero a los menores y de más bajo grado, salen jugando y sus padres los reciben con una sonrisa mientras que otros se van solos, Sana se confunde entre los padres y pareciera que igual espera por su hijo. A continuación comienzan a salir los grados superiores, con sus ojos busca por todas partes y maldice la naturaleza de ese pueblo, la mayoría de chicas son bajitas y se confunden con el resto de chicos, recuerda sin querer como siempre Nayeon la halaga por su estatura, aunque no es algo que ella controle.

Está tan ocupada buscando que no se percata que alguien la está viendo de forma detenida, primero analizando su rostro y comprobando no estar alucinando o que sea una mala pasada de su cabeza. Dahyun siente que está temblando, aún estando a considerables metros distante de Sana, pero ya se siente muy pequeña en su lugar más aún con la mayor cargando con una seria mirada.

Sin poder evitarlo, camina en dirección de la mayor sujetando con fuerza su mochila y tratando de no perderla de vista, se pregunta qué hacer al momento de estar en frente, puesto que en realidad no tiene nada preparado, ella está actuando conforme a la espontaniedad del momento.

— H-Hola — Saluda tímida Dahyun.

Sana estaba con su cabeza ladeada al lado izquierdo, pero cuando esa suave voz proveniente del lado derecho la saluda, comienza a voltearse y a sentir sus ojos muy abiertos con su respiración algo acelerada. Intenta sonreir para demostrar amabilidad, aunque todo resulta en una nerviosa mueca que de alguna forma agrada a Dahyun.

— Hola — Saluda de vuelta.

Se produce un silencio incómodo, Sana no sabe como continuar y Dahyun está demasiado tensa como para emitir un comentario aún, además de esperar por si finalmente Sana quisiera guiar la conversación, aunque intuye que eso no será así. Se pregunta si ya debería irse, quizás la saludó por mera cordialidad y la está incomodando, pero considera que debería aprovechar la situación para despejar la duda que venía dando vueltas en su cabeza.

— ¿Cómo estás? — Preguntó mientras daba un paso más cerca — Ese día... ¿No te hiciste daño?

La mirada de Dahyun pasó a ser una preocupada, aquello Sana lo notó y una sonrisa pequeña y algo más natural escapó de sus tímidos labios, se apresuró a negar con su cabeza.

— Estoy bien, no me hicieron nada... ¿Y tú? — Sana pasó saliva, queriendo poder hablar un poco más — ¿Estás bien? Estabas en el suelo... — Dahyun de forma brillante sonrió.

— Eso no fue nada — Miró al suelo de forma tímida — Me alegro de que estés bien, ahora estoy algo más tranquila

— Yo igual — Asintió Sana, con sus manos en los bolsillos, evitando los ojos ajenos.

Ambas coincidían en su intención de querer seguir hablando con la otra, pero a Sana se le hacía muy difícil y no sabía qué más preguntar o decir para que el momento no acabara tan rápido. Dahyun, a pesar de en realidad no estar acostumbrada a hacerlo, entendió que ella debería continuar.

— Y... ¿Qué te trae por aquí? — Preguntó con simpleza, Sana sintió de a poco el calor en sus mejillas.

— Y-Yo v-vine porque... l-la verdad yo... esto... r-recordé lo que pasó y... me pregunté c-cómo estarías — Fijó sus ojos en el suelo, intentando ocultar esas adorables y sonrojadas mejillas.

Debido a su mirada baja, no alcanzó a notar como Dahyun la imitaba y en unos segundos ambas estaban igual y con el corazón bombeando más sangre de la que acostumbraba, estaban tímidas y nerviosas mirando el suelo.

— G-Gracias — Respondió al fin la pequeña chica — No debías hacerlo, el director Kang me explicó que estás en la universidad y tienes mucho que hacer...

— No fue nada, sólo el viaje — Sana tomó su adolorido cuello, resintiendose.

— ¿Fue muy duro? — Otra vez esos ojos preocupados — ¿Ya comiste? ¿Has descansado? La ciudad está lejos...

Sana sentía su corazón latir fuerte, casi escuchandolo retumbar en sus oidos, se sentía tan bien que ese linda chica mostrara tanta preocupación por ella. Levantó su rostro para al fin deleitarse con el ajeno, complaciendo a sus impacientes ojos que dolían e incluso casi se movían por cuenta propia hacis el frente, rogando por verla una vez más. Dahyun seguía con su boca entreabierta y ojos concentrados en el rostro ajeno, intentando encontrar la manera de hacer que ese cansancio se fuera de los hombros de la contraria, veía las ojeras bajo sus ojos haciendola poner una mueca disgustada.

— V-Vine directo hacia acá — Explicó al fin Sana.

— Eso no puede ser — Dahyun frunció el seño molesta — Te ves exhausta

Sana no podía negarlo, la noche anterior casi no durmió pues estaba viajando de vuelta a la ciudad, el autobus era más cómodo, pero seguía sin sentirse en confianza para dormir. Y a eso le sumamos que casi inmediatamente después de llegar viajó de vuelta al pueblo, así que sí, estaba exhausta. Sana dejó salir un suspiro para poder hablar de forma más fluida.

— No está tan mal — Se encogió de hombros — Bueno... creo que ya debería irme

— Vete a dormir una siesta — Recomendó Dahyun con una sonrisa.

— Dormiré de vuelta a la ciudad — Le sonrió Sana a labios cerrados.

— ¿Ya te vas? — El rostro de la menor se desfiguró, Sana asintió — No, no puedes hacer eso, puedes colapsar — Se veía bastante seria.

— No lo haré, tranquila — Dijo con un tono relajado, dio un paso hacia atrás.

— No — Dahyun por impulso tomó con delicadeza la muñeca ajena — Digo... ya que viniste solo a esto... deja que te devuelva el favor — Sana ladeó su cabeza confundida — Anda, te invito a comer

— ¿E-Estás segura? — Aunque los ojos de Sana también comenzaban a brillar.

— ¡Claro!































N/A: estoy considerando subir 2 capítulos diarios mejor uwu

Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/DubchaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora