Capítulo 3

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Si Sana visitaba el pueblo no podría ser sólo para ver a Nayeon y Jeongyeon, aunque era lo principal, sino que tenía que hacer una parada obligatoria en la escuela del pueblo.

Era un establecimiento conocido por el trato a sus estudiantes, profesores con vocación que de alguna forma adoptan a sus alumnos, los quieren y cuidan, los regañan si es necesario y se involucran lo preciso en sus vidas para que se sientan queridos. Todos pueden afirmar que el último gran logro fue Sana, una chica que practicamente no vivía con su mamá y se valía casi por sí misma y una mujer que la cuidaba (No sabían mucho más de Nayeon), pero aún así llegó a la universidad.

Todos destacaban la notable tarea de Jeongyeon en cuidarla, y cómo no hacerlo, era su deber. Aunque esto benefició a Jeongyeon ganando prestigio y confianza en su trabajo, ella era una neuróloga, y para una escuela con el hospital más completo a una hora de distancia, era un avance. Ella diagnosticaba desde el lugar y encargaba medicamentos a la ciudad si eran necesarios, además de haberse especializado lo suficiente para hacer bien el trabajo de psicóloga en el establecimiento.

Pero no todo el mérito fue para la muy alabada Jeongyeon, sino que los profesores y el director de la escuela dejaron una marca imposible de borrar en Sana. Iba camino al lugar para saludarlos, aparte de ponerlos al día sobre sus estudios.

La conocían bien allí, entre muchos saludos y halagos llegó a la oficina principal donde el director Kang Seungyoon trabajaba.

— Pase — Escuchó la amable voz — ¡Oh! ¡Sana! ¡Eres tú!

El hombre rodeó el escritorio en un santiamén con sus brazos abiertos, Sana sonrió tímida y se dejó envolver con sus ojitos brillantes. A él le tenía mucho cariño en especial, cuando ella estudiaba aún allí, Kang le daba sus clases de Lengua y podía jurar que amaba esas horas, a pesar de quizás no entender mucho de conceptos y cosas así, pero la asignatura le gustaba.

— Siéntate, adelante — Ofreció amable.

— Gracias — Cada uno se ubicó en una silla con el escritorio de por medio.

— ¿Y cómo te ha ido en la universidad?

— Bastante bien — Sana frunció sus labios en una pequeña sonrisa — Es algo agotador a veces... pero voy bien

— ¿Te está gustando? — Preguntó algo preocupado — Ya sabes, la carrera

— Eh... sí, en las prácticas me va bien. No es como que sea la mejor, pero me reconocen...

— Debe ser tu aura — Sonrió Seungyoon mientras se recostaba mejor en su asiento — Infundes respeto, lo ideal cuando se trata de un administrador que tiene a cargo gente — Entrelazó sus manos sobre el escritorio — Pero... ¿Te gusta? — Sana se encogió de hombros.

— Creo que sí, digo, se me da bien — Kang asintió con la cabeza algo agachada.

— Anda, vamos a comer algo por ahí

En otro lugar, en una casa para ser más precisos, se encontraba Kim Dahyun vistiendose de forma casual para su siguiente salida. Sus vestiduras anteriores eran aún más simples, pero su padre y su hermana la animaron a ponerse algo más llamativo, al parecer a ambos se les había metido demasiado en la cabeza la idea de que saliera con Chaeyoung.

Los dejó molestarla, de todos modos, eso no influiría en la forma en que ve a su mejor amiga. O eso esperaba.

Por alguna razón no puede creer del todo en los sentimientos de Chaeyoung, los cuales ni siquiera le ha declarado y que pueden ser un perfecto malentendido. Pero mucha gente se lo ha comentado y la chica no pareciera negar los rumores, se le hace alguien buena y podría ser lindo si estuvieran juntas, pero no cree que sea momento.

Se encaminó hasta la plaza en la que acordaron juntarse, sostenía su teléfono entre sus manos, buscando alguna canción para escuchar durante el camino, y en su brazo izquierdo cargaba con un pequeño bolso.

Todo sucedió muy rápido, una persona más alta que ella junto a otra más baja la acorralaron, no atinó a reaccionar más que soltar un pequeño grito de dolor al sentir un golpe en su estómago.

— Entonces mi amigo podría darte empleo de inmediato —  Seungyoon seguía explicando — De seguro acep-

Sus palabras fueron cortadas por ese grito de dolor, Sana puso atención de inmediato a donde provenía ese grito. No sabe muy bien de donde salió el valor, las ganas, las agallas o la motivación, pero corrió en dirección a la chica que estaba siendo atacada en ese momento.

No se le hizo difícil, para alguien que ganaba dinero en peleas clandestinas, fue sencillo batir a esas dos chicas, quienes a pesar de querer defenderse no podían. La chica atacada se mantenía sorprendida en el suelo viendo lo que pasaba, vio como su bolso y teléfono caían al suelo de la mano de una de sus atacantes, se estiró a recogerlos de inmediato y volvió a alejarse.

Las dos delincuentes huyeron, Sana estaba tomando sus pasamontañas y no podían revelar su identidad. Al fin Seungyoon se acercaba.

— Wow, eso fue... ¿Dónde aprendiste a pelear así? — Sana agachó su cabeza aún calmandose — Ya da igual, y tú — El mayor se acercó a ver la chica que seguía en el suelo — Oh, eres Kim... ¡Kim Dahyun!

— Hola, director Kang — Saludó incómoda.

Sana se quedó viendola con la boca entreabierta.

— Ven, arriba — Seungyoon le ofreció una mano para levantarla — ¿Estás bien?

— Eh... sí, la verdad no es nada de lo que preocuparse, pero tú — Dahyun dirigió su vista a Sana — ¿Estás bien?

Sana seguía viendo estupefacta el rostro de Dahyun, su boca seguía igual de abierta que sus ojos haciendo que Seungyoon sonriera divertido.

En el interior Sana no sabía muy bien lo que estaba pasando, había sido enseñada a no ser tan expresiva y demostrar siempre sobriedad para infundir más respeto, pero en ese momento no podía contener lo que gritaba su mente: Ella es linda.

— ¿Estás bien? — Repitió Dahyun.

Sana sacudió su cabeza, acto bastante adorable a ojos de los contrarios, lo hizo sin querer y luego comenzó a asentir dando a entender que estaba bien, no podía hablar.

— ¡Hey! ¡Dahyun! — La voz de alguien más interrumpió — Eh... ¿Qué pasó?

— Oh, Chaeyoung — La de tez pálida volteó a su amiga — Lo siento, es que me quisieron robar, pero esta chica me salvó — Dahyun no pudo evitar verla con ojos emocionados.

Quizás en el momento estaba más centrada en el miedo, pero ahora que lograba recapacitar, había sido un acto realmente dulce que no cualquier persona sería capaz de hacer.

— Pues... muchas gracias — La más bajita dijo monótonamente — Soy Chaeyoung

— ¿No la recuerdan? — El director Kang interfirió — Bueno, lo dudo, tienen algunos años de diferencia... Sana estuvo en la escuela también, ahora está a nada de dejar la universidad

— Es un placer — Dahyun le sonrió.

— Bien... vámonos — Chaeyoung tomó el brazo de su amiga.

— ¡Nos vemos! — Dahyun agitó su mano su mano despidiendose a la vez que se alejaba.

Sana levantó lentamente su mano agitandola de igual manera, se había quedado sin habla y sus ojos aún perseguían a la chica de tez tan pálida.

— No creas en el amor a primera vista, es falso — Seungyoon la sacó de sus pensamientos con esa frase.

— ¿P-Pero...? ¿P-Por qué...? ¿Qué...? — El mayor suspiró.

— Nada, vamos a comer





























N/A: tengo muxo sueño pq anoche no dormí ksi:(

Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/DubchaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora