Capítulo 30

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Sana suspiraba nerviosa mirando y releyendo su tesis una y otra vez, tratando de buscar algún detalle tonto que se le haya pasado, un error de redacción, o que quizás Word no haya guardado de forma correcta alguna de las partes. Posterior a eso, revisó una vez más su presentación en diapositivas que igualmente se trata de ese tema, no hacía falta siquiera leer el título de cada una, la información llegaba a su cabeza de forma mecánica cada vez que se presentaba frente a ella, a causa de A resulta B.

Quizás por eso se le daban tan bien las matemáticas, todo era mecánico a la vez que aplicable, cosas como la estadística, predicción y azar solían hacerla pensar un poco más, pero la formula siempre seguiría igual y la decisión de negocios caería en ella, algunos suelen ir contra la estadística y apostar por algo que quizás pueda fallar al precio de que hubiera más ganancia, Sana no era así, los números eran demasiado claros como para dejarse llevar, estaba instruida, si los números lo decían, es que eso era.

A veces desearía que la vida fuera tan calculable como las matemáticas, pero con desespero nota como las cosas humanas escapan los números, no, esas entran en el campo que nunca pudo llevar con facilidad y que el director Kang tanto la instaba a desarrollar, "Humanidades". La historia, las letras, tan llamativas a sus ojos, pero tan complicadas de entender y aplicar, aunque necesarias para un montón de cosas que a veces pasan desapersividas de la vida real.

— A este paso te comerás la computadora o te quemarás los ojos — Habló Bambam a su espalda — Me recitaste todo eso más de cinco veces anoche, sin siquiera dudar un momento, estás preparada

— ¿Y si me pongo nerviosa? — Preguntó muy seria.

— Sólo piensa que me lo explicas a mí o algo así — Sana puso una mueca bastante disconforme — ¡O eso! ¡Sí! ¡Eso!

— ¿Qué? — La chica demostraba confusión.

— Sólo piensa que... no sé, ¿Son inferiores a ti? Piensa que se lo estás explicando a gente que te cae mal, que te haga poner ese rostro de "Te mataré"

— ¿Por qué haría eso? — Sana no lo entendía muy bien.

— Cada vez que te enojas y te preparas para asesinar despiadadamente a alguien, demuestras mucha seguridad y pones un rostro digno de persona de negocios, loco ¿No?, supongo que estás hecha para eso

— Yo no asesino — Bambam giró los ojos.

— Sana, lo sé, entiendes mi punto, sólo hazme caso para que te vaya bien

— Creo que estudiaré un poco más... aún tengo tiempo — El chico suspiró.

— Como quieras

Suspiró tratando de ignorar a Bambam, aunque supone que algo de razón debe tener, nunca se había preguntado de su imagen cuando se encontraba en esas situaciones relacionadas con el trabajo, supone que le ha aprendido bastante a Nayeon pues debe reconocer que logra un efecto parecido en la gente.

¿Es algo de lo que enorgullecerse?

No lo tiene claro, pero Bambam acaba de decir que podría servirle, así que puede ser útil.

El sonido de su teléfono la distrajo, una leve sonrisa se elevó en su cara, pues está segura de que es Dahyun y no se ha equivocado. Es indescriptible lo bien que se ha sentido junto a ella este último tiempo que han sido novias, tener buenos resultados en su tesis por ella es una de sus principales razones de desear el éxito, pues tener una carrera que luego pueda garantizarle un trabajo, sería el primer paso a la independencia del clan y todo lo que tenga que ver con hacer cosas, que en definición de la pareja, son malas.

La hora avanzaba y Sana ya estaba en su traje formal, preparada, con su USB en la mano y presionandolo con mucha fuerza, tratando de que parte de sus nervios se fueran con él. En su otra mano sostenía el informe impreso de toda su investigación, confiaba en que al menos ese tendría un excelente resultado.

Al entrar al aula, como de costumbre, está sola y esto se resalta más pues todos los grupos están reunidos, pero a Sana ya no le importa más, la necesidad de buscar un grupo de amigos donde encajar sólo se presentó en la escuela. La universidad es distinta, a nadie le importa si ella está sola pues, en el fondo, todos están solos y se acompañan entre sí, pero sin dejar de lado el secreto instinto de supervivencia y competencia, donde sólo los mejores preparados tendrán una buena calificación, alguna mención en su futuro currículum y luego un buen trabajo.

Cuando la profesora encargada de evaluarlos llegó, demandó de inmediato que todos los informes estuvieran en ese mismo instante en su escritorio, recordando las duras penas para quienes no lo hagan tiempo, sean sorprendidos por plagio o la dura concecuencia de un trabajo mal hecho y sin dedicación. Sana se despreocupaba de eso, sabía que había hecho las cosas bien, sin remordimientos caminó hasta adelante para dejar su informe.

Cuando comenzó lo interesante es cuando los grupos se presentaron, exponer era sencillo, lo difícil es contestar y defender tu investigación de las astutas preguntas de la profesora, Sana trataba de recordar el consejo de Bambam.

Cuando salió sola a exponer sintió que el tiempo voló, las preguntas le parecieron fáciles a la vez que sencillas de contestar, sólo debía mantener esa expresión que le recomendo Bambam anteriormente y todo saldría bien.

Y salió bien.

— Excelente, en serio — Dijo la mujer desde su lugar — Sólo resta revisar el informe, pero después de esto... no dudo que esté bien. Ya puedes retirarte, ve a elegir la empresa en la que quieras iniciar tu práctica el próximo semestre

Sana por un momento se sintió algo sobrecogida por la cantidad de halgos en tono monótono de su profesora, pero lo había conseguido, había pasado y ahora sólo quedaba aplicar a lo laboral lo que estudió. Antes de siquiera comenzar a plantearse dónde completaría su segundo semestre, sacó su teléfono dandose cuenta en ese momento de que estaba temblando, ¿Cuándo comenzó? No sabe, pero esta vez está segura que no es pánico o algo malo, está feliz.

[Para: Dahyun]
lo hice
[12:34]
aprobé
[12:34]

Sabía que Dahyun estaba en clases en ese momento, pero esa semana terminaba su semestre igualmente, así que no había impedimento para que ese fin de semana se juntaran a celebrar.

Llegó a su cuarto feliz, se estaba permitiendo sonrier en grande y disfrutando este paso más cercano a la libertad, su teléfono sonó en una llamada y esperanzada deseaba ver el nombre de su novia, pero su rostro se transformó al ver el número de Jeongyeon allí. Contestó luego de que su sonrisa hubiera desaparecido.

— ¿Qué?

Aprobaste — Sana frunció el seño — Aún me quedan amigos ahí — Recordó que la mayor estudió en el establecimiento.

— Qué con esto

Vendrás al pueblo y saldrás con tu novia, lo entiendo, Nayeon también lo entiende y no vamos a molestar, pero necesito información y¡EH! ¡No me cortes! ¡Sé que quieres hacerlo! — Sana muy enojada apartó su dedo del botón rojo.

— Qué clase de información

Tu novi-

— No

Sana, sigue las ordenes, no haré nada malo, sólo escuchame y consigue que ella hable de esto. Es para ayudarte

Sana suspiró cansada y se decidió por escuchar qué pretendía hacer Jeongyeon, planeando en su cabeza cómo llevar la misión acabo sin delatarse.



























N/A: mientras escribo esta historia he dejado tantos espacios d tiempo, q m sorprende encontrar un mínimo de concordancia aun

Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/DubchaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora