Capítulo 31

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[ Zane ]

Volvimos del casino, tensión incómoda y estresante.

¿Deberíamos arreglar las cosas? Claro que sí. Lo intenté, pero cuando quise hacerlo, ella salió corriendo al auto de Nick quien la esperaba en la puerta de casa.

Rieron, intercambiaron dos palabras, ella tomó el volante y desaparecieron.

Sin más que hacer, me dispuse a visitar a Darlene, aprovechando que aún la situación no presiona tanto como para ponerla en riesgo.

Luego de tres horas volví, y cómo si nuestras vidas estuvieran coordinadas entre sí, atravesé la puerta y detrás de mí, Red y Nick. Ruidosos como de costumbre, tomaron un vaso de agua, y juguetones se encerraron en su cuarto.

Verla reír y pasarla bien me alegra el alma, aunque debo admitir que la compañía es lo que me causa cierto recelo y malestar. Pero el puñal que atravesó mi pecho al ver sus manos entrelazadas y sus miradas cómplices, no se compara con ningún otro dolor.

El seguro de la bendita puerta estrujó mi estómago, y no sabría si el pequeño "click" que escuché fue de la madera, o de mi corazón partiéndose un poco más.

Intenté ignorarlo y hacer que no me afectara, pero estaría mintiéndome si lo negara.

Red está por acostarse con otro hombre a metros de mí, y esa idea no puede apartarse de mi mente.

Pero qué ironía sentir tanto dolor por este motivo, y luego ir a meterme en la cama de otra persona, copiando sus acciones, imitando lo que me molesta. La única diferencia está, en que a ella no parece afectarle saber que me voy con otra mujer, en cambio a mí sí. Y no debería. No debería joderme lo que ella quiera hacer de su vida, porque ¡maldita sea! Estoy con Darlen.

–¡Ey viejo!–. La voz de mi querido compañero suena a través de la línea telefónica.

–Ryan.

–¿Noche difícil?

–¿Por qué lo dices?

–Por los suspiros y la voz apagada.

–Podríamos decir que sí–. El silencio entre medio me da pie a seguir. –Llamo para contarte de hoy.

–Ya me pusieron al día, tranquilo.

–¿Nick?

–Sí, llamó hace unos minutos.

¿Minutos? ¿Quién carajos habla por teléfono en medio de un polvo?

–¿Te informó todo entonces? –pregunto intentando ignorar las millones de dudas que carcomen mi cabeza en estos momentos.

–Así es.

–Está bien. ¿Y tú qué? ¿Hay noticias por allá?

–Lastimosamente sí.

–¿Graves?

–Y muy relevantes. Mañana nos reuniremos para hablar.

–¿Mañana? ¿Estás loco? Si es así de importante deberíamos reunirnos en estos instantes.

–Sí, lo sé, pero eso significa que seríamos dos de cuatro y no vale la pena.

–¿Dos de cuatro?

–Nick pasará la noche cuidando a Red.

–¿Qué? ¿Cuidando su... –pero arrepentido de mis pensamientos, me silencio, controlando mi ira.

–Mencionó que se encontraba mal. ¿Vives ahí y no sabes nada?

–¿O será que tal vez mintieron?

Encubiertos || TERMINADA || [ +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora