Capítulo 1

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[ Red ]

La carretera brilla a los lejos, gracias al efecto que causan los fuertes rayos del sol sobre ella.

El ambiente se siente pesado, y es que la humedad y el calor son asfixiantes. Por más que todas las ventanillas del Chevelle estén bajadas, y la circulación del aire se produzca en todo su interior, no basta para detener el sudor que corre por mi frente.

Las gomas de las ruedas se sienten flojas debido a la gran temperatura que levanta el asfalto. Podría decirles que, si me detengo a observar la acera, de ella se nota como el vapor sale del calor de la ciudad.

¿Podría acaso tocar el suelo con mis pies descalzos? Creo que no sería una muy buena idea salvo que haya perdido la cabeza por completo.

Mis anteojos de sol ayudan con la vista, y la pequeña bandana que sostiene mi cabello, evita que la transpiración caiga por mi frente nublando mi vista.

A pesar del agobiante clima, viajar por ruta es lo más hermoso que puede existir en esta tierra.

Tal vez un viaje en avión sea demasiado cómodo y rápido, o un viaje en tren ahorraría dinero y tiempo. Sé que hay muchas maneras hoy en día para transportarse de un sitio a otro, pero ninguna, jamás, según mi opinión obviamente, se compararía con la hermosa sensación de atravesar el país entero por tu propia cuenta.

Una buena música de fondo, unas cuantas porquerías para comer y un paisaje a mi alrededor son lo que basta para hacerme tan feliz.

La canción "Tu cárcel" de Enanitos Verdes, suena en los altavoces del viejo 70.

Mi cuerpo frenético y apasionado disfruta de la melodía, mientras mi garganta canta la canción a todo pulmón sintiéndome demasiado identificada con su letra.

Bueno, no demasiado, pero tal vez sí un poco sentida.

La carretera desde Nashville a Richmond es un poco larga, seca y muy árida. Podría decir que no fue mi mejor idea emprender viaje luego del almuerzo, en pleno sol de la calurosa siesta. Tampoco es una magnífica idea querer visitar el estado más caliente de todos estados unidos en la etapa del año donde se registran las temperaturas más elevadas en todo el país. Pero, aun así, jamás dejaría que un simple vapor o calor me acobarde.

En realidad, si me conocieran bien, sabrían que muy pocas cosas en esta vida logran acobardarme. Pero es normal que las cosas cambien con el tiempo, y con el pasar de los días te hayas olvidado de esta simple e insignificante mujer.

¿Recuerdan lo pésima que era para las presentaciones? De seguro sí, pero por si no lo sabían, jamás fui buena conociendo a nuevas personas. Les tengo una genial noticia: Aprendí cómo carajos debe ser una verdadera presentación, o por lo menos a presentarme ante desconocidos sin espantarlos o usar mi genio histérico con los demás. Digamos que mi contexto me obligó a aprender.

Soy Raven Jones, pero me conocen como Red. Tengo 31 años y soy stripper, aunque últimamente estoy trabajando más a menudo como bailarina simplemente. 

 

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