Te amo

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Narra: Nicol.

Candelaria me llamo. Al parecer Nicolás esta completamente borracho, aunque ese no es el problema realmente.

Si no qué está causando problemas, y eso está muy mal.

-Ayudame un poco-le digo tratando se sostenerlo.

Yo lo tiro a la cama y subo sus pies.

- Te amo-pronuncia de la nada.

Yo no respondo nada. Nico y yo aún seguimos juntos, es sólo que con lo que esta sucediendo es algo complicada nuestra relación.

-Nico-me llama.

-Trata de dormir-le ido.

Intente irme, pero la helada mano de Nicolás me detiene.

- Te amo.

Yo me doy la vuelta completamente y me pongo a su altura.

-Intenta descansar.

- No estoy tan ebrio.

Yo miro al rubio confundida.

-Solo ocasione esos problemas para que Candelaria te llamaré y fueras por mi.

Yo aparto mi mirada de la sulla, no podía creer lo que estaba escuchando de Nicolás. Aunque viniendo de el espero absolutamente todo.

- No me culpes por mentirte, era esa la única manera que alle para estar a tu lado. Te alejaste de mi, estas pensando solo en ti. Yo deseo tener a ese bebé.

- Es mi cuerpo.

- Si. Pero en varias ocasiones me dijiste que era mío.

-Ya no es lo mismo.

-¿Que es un que a cambiado?. ¿Ahhh...?. ¿Que yo te ame y tu me ames?. ¿Pero qué yo ame a ese bebé y tu no?. La verdad es que no comprendo tu actitud, somos inmaduros. Y eso tu lo sabes muy bien, pero es momento de madurar. ¿Y qué mejor que hacerlo por el, o por ella?.

- Ya no mas-le piso evitando su mirada.

- El o ella. No merece tu odio, por Dios Nicol. Estamos hablando de una criatura que lleva nuestra misma sangre, el o ella no tiene la culpa de nuestros errores.

- Es que está error es demasiado grande para mi. Yo no se si voy a poder con el-las lágrimas comienzan a caer.

Nicolás se acerca a mi rostro con dulzura.

- No estás sola. ¿Okay?. Yo estoy aquí con tigo, y créeme que jamás me hire. No los abandonare, somos un equipo. ¿Okay?.

El rubio besa mi labios con suavidad. Yo me subo en su cama y arecuesto mi cabeza en su pecho.

Más que hermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora