Narra Zack
Siento mi cuerpo pesado, a mi alrededor todo es oscuro. Unos grandes ojos verdes es lo único que logró distinguir, se me hacen un poco conocido, pero no tanto como para recordarlos del todo, al tratar de acercarme estos desaparecen dejándome sin poder nada. Camino despacio para no tropezar con nada ya que mi visión es nula. Al dar unos pasos esos bellos urbes vuelven a aparecer en mi camino, una suave risa retumba por el lugar, miro asustado todo buscando el causante de esa suave risa, pero lo único que logro ver es oscuridad y niebla. Conforme más camino la niebla se hace menos densa. Llegó a la que es la calle donde se encuentra mi casa, emocionado de conocer por fin donde me encuentro corro hacia mi casa y entro, a mis trece años puedo salir y entrar de mi hogar a mi antojo. Mis padres no son tan estrictos en ese sentido, siempre he tenido su confianza absoluta puesto que nunca la he traicionado. Camino hacía la sala pero antes de entrar escucho voces, alegre de que mis padres y hermana ya estén en casa corro para estar con ellos, pero me quedo estático en el umbral.
Esto debe ser una pesadilla, mis padres y mi hermana estan sentados riendo y yo junto a ellos, esto debe ser imposible yo no estoy ahi, yo estoy aquí justo en la entrada.
Me acercó hacia ellos asustado, me siento junto a By, pero parece no notar mi presencia.
-By- Habló y trató de tocar su brazo pero este pasa directo. Asustado intento hacer lo de nuevo pero nada sucede, otra vez. -¿Mamá? ¿Papá? -intentó con ellos, pero siguen riendo por algo que dijo mi otro yo. Esto es una pesadilla, ahora que me fijo bien esto ya lo viví, ayer.
Niego con mi cabeza, apretó los ojos fuerte y vuelve la oscuridad. Mi cuerpo se siente cada vez más pesado a tal punto que no puedo caminar. Asustado pido a gritos ayuda, pero nadie responde, solo soy yo y mis gritos.
-Vuelve- se escucha en un susurró. Miro a mi alrededor, pero solo esos ojos verdes vuelven a aparecer. Intento tocarlos y esta vez no desaparecen, solo se hace más intenso el color. -Zack vuelve- corro hacia el sonido, pero me hes muy difícil, mi cuerpo esta cansado y débil. -Te amo- es lo último que escucho antes de caer en un sueño profundo.
Narra By
-¿En serio deben irse? -murmuro en el pecho de Matti- No quiero dejarlos ir.
Esté dejo un beso es mi cabeza mientras reía. Maldito los tengo que ver partir hacia nuestro hogar, mientras mi vida es una completa mierda.
-Nena, debemos arreglar todo con Lucy. -Uysh, Lucy es la directora de la firma en la que trabajamos, además de ser la que coordinaba las presentaciones de los chicos.
Asiento sin querer soltarlo, pero debo hacerlo. Una pequeña lágrima cae por mi mejilla, no trato de limpiarla siquiera, no quiero ser fuerte, no ahora que se que no los vere en unas semanas o meses. Me acostumbre a tenerlos todos los días conmigo que al dejarlos ir siento que dejo ir parte de todo lo que progrese estando en Alemania. Sin ellos a mi lado vuelvo a ser la pobre tonta que no sabia ni que hacer con su vida.
Le doy un último beso a Matti y uno a Keni quien me juró que todas las noches hablaremos por Skype. Y abrazo fuerte a Ken por la cintura, él quien en estos cinco años casi seis siempre estuvo para mi, dejarlo ir me hes mas difícil que cualquier cosa, incluso lo siento peor que cuando deje ir a Ed y ahora a Matt y Keni.
Lloro en su pecho todo lo que quiero y él solo acaricia mi cabello, cuando me he calmado lo abrazó por el cuello y le doy un último beso. Esto se siente peor de lo que ya creía.
-¡Volveré! -dice en mi oído- No pensabas que dejaría en el olvido a mi Princesa de Hielo, ¿Cierto? -Niego, aunque eso es lo que me temía, que encuentre a alguien y se olvide de su loca amiga.
-Te amo.
-Yo tambien- ríe.
-¿Te divierte dejarme? -preguntó enojada porque el muy canalla no ha dejado de reir.
Niega y me abraza mucho más fuerte. Golpeteo su espalda para que me suelte o morire en sus brazos -literal-.
-Te odio.
-Mentiras -ríe- hace dos minutos dijiste que me amas.
-Ahora te odio. -Llaman a su vuelvo y se que es hora- Te voy a extrañar.
-Yo también princesa, pero no pienses en que me iré, piensa en que volveré. Cuando estes triste mira tu mano -agarra mi mano y la pone entre las suyas- y ahi me verás. Además te llamaré a cada minuto, al punto que te hartaras de mi. -sonrio negando. -Oh si bebé, lo harás.
-Me harán llorar. Es hora -dice Matti mirando hacia la pantalla donde anuncian los vuelos y como si fuera una señal vuelvo a llorar como una bebe.
-Byondi Smith-grita- deja de llorar, sabes que odio verte llorar. -abrazo fuerte a mis mejores amigos. Al separarnos los cuatro tenemos lágrimas en los ojos.
-Llamame apenas lleguen ¿Ok? -asienten. Keni limpia mis lágrimas, toma mis manos en las suyas y deposita algo que no logro distinguir, solo que es redondo, me besa la mejilla una última vez.
-Miralo cuando nos hayamos ido y veras que siempre estaremos contigo.
Asiento y sonrió. Comienzan a caminar dentro de las puertas y siento que ya los extraño. No dejo de mirarlos hasta que desaparecen tras las puertas del avión.
Miro lo que me dio Keni y es un camafeo, sonrió por ser tan lindo. A lo largo de estos años me ha regalo de todo y cuando digo todo es todo.
Para mi cumpleaños número veinte me regaló una caja de cóndones fosforescente. Rio. Camino hacia la salida sosteniendo el camafeo entre mis dedos. Corro mi cabello hacía un lado y lo pongo en mi cuello.
-¿Byondi... -giró asustada- Byondi Smith? -pregunta asustado. Asiento y le sonrió. Es hora de que arregle todo esto y deje de ser una cobarde.
-Hola Alberto

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True Love (S#2)
RomanceSecuela de Secrets Puedes leerla sin necesidad de leer la anterior. Aunque es recomendable. *** Decidida a cambiar su vida Byondi decide viajar hacia Alemania con su nuevo amigo Kendall. Pero las cosas no son siempre blancas. Tras haber pasado 5 a...