ELIO ━ harry styles.

07.

CAPÍTULO 07.

Harry se encontraba terminando de cantar Watermelon Sugar en el quinto ensayo en la semana.

El día que llegó a Los Ángeles, encontró en su correo una pequeña carta que Jeff le había dejado, además de un horario que siempre le hacía porque sabía que Harry lo pegaba en la puerta de su refrigerador. El cantante casi pega un grito al ver la cantidad de cosas que su manager le había agendado. Desde entrevistas radiales, hasta presentaciones en programas en vivo. Se alegró al ver que tenía una presentación en The Late Late Show y volvería a ser el invitado musical en SNL. No había pasado mucho desde su presentación, así que se sintió orgulloso por haber obtenido una segunda oportunidad. Apenas su día de trabajo comenzaba mañana, así que cuando entró a su hogar, comenzó a desempacar rápidamente y luego se dio un baño.

Cuando bajó a la cocina, extrañamente sintió un vacío que no había sentido en mucho tiempo. Harry solía apreciar su soledad en su casa en Los Ángeles, pero esta vez la estaba odiando. Haber pasado mucho tiempo con su madre había hecho efecto, además de haber pasado tiempo con una persona la cual el apreciaba mucho.

Aquella vez en la que Felicity le confesó sus sentimientos, Harry lo hizo también. Le dijo que él esperaba que la distancia no afectará su relación y que haría lo posible para mantener contacto con ella. Felicity sabía que no podía presionar algo, probablemente él tendría más trabajo que ella y la diferencia horaria no hacía mucho trabajo. Es por eso que cuando Harry se dio cuenta que ya era casi la media noche, decidió llamarla porque sabría que ella ya estaría alistándose para ir al trabajo y dejar a Elio en la escuela.

–Hola. –fue lo primero que dijo cuando escuchó que contestaba el teléfono.

–Harry, hola. –ella sonrió al escuchar su voz y al saber que la llamó dando un buen inicio a este tipo de relación a distancia que estaban llevando.

–Ya llegué a mi casa y déjame decirte que nunca había sentido tanto silencio en mi vida. –el cantante confesó.

–Quisiera compartirte un poco del caos que yo estoy pasando ahora. –Felicity contestó un tanto estresada. El primer día de escuela de Elio comenzaba y él no quería levantarse lo que estaba atrasando a su madre para llegar al trabajo.

–Suena algo mal. –dijo Harry escuchando como Sylvia trataba de hacer entender a Elio que debía ir a la escuela, pero a gritos.

–Elio odia madrugar para ir a la escuela. –ella suspiró.

–¿A quién habrá salido? –preguntó el cantante embozando una sonrisa recordando aquella salida que tuvieron.

Una noche tranquila, Harry había llamado a Felicity invitándola a desayunar a la panadería en la que Harry solía trabajar, de paso que iba a saludar a su ex jefa. Felicity aceptó encantada, pero la mañana siguiente, Sylvia la tuvo que levantar casi gritando diciéndole que Harry estaba en la sala esperándola. Felicity le dijo que le diga que se fuera porque no quería salir de su cama, eso obligó a que su madre la destapara y jalara de los brazos para que vaya al baño a alistarse. Sylvia no iba a ser partícipe de eso. Finalmente en treinta minutos, estuvo lista y bajó por las escaleras. En el camino, la castaña le contó la historia y Harry no hizo más que reír. Era la primera cosa que no compartían, madrugar. Mientras que Harry no tenía ningún problema con hacerlo, a Felicity le molestaba mucho.