27.

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CAPÍTULO 27.

Felicity no tenía idea que tenía que realizar tantos trámites para poder mudarse de Inglaterra, desde exámenes de sangre hasta antecedentes penales era todo lo que tenía que hacer para poder finalizar todo; pero cuando llegó a la casa de Harry, dos meses después, se dio cuenta que todo había valido la pena.

La despedida en Redditch no había sido tan trágica como Felicity pensó que sería. Sylvia estaba muy feliz de ver que su hija por fin podía desprender sus halas y permitirse ser feliz con alguien que la amaba igual, o un poquito más tal vez. Aquel día de la despedida, Anne también estaba en la casa y estaba igual de feliz que Sylvia. Felicity sabía que no tenía nada de qué preocuparse, sabía que su madre estaría bien viviendo junto a su mejor amiga. 

Lo único que faltaba para poder mejorar la estadía en Los Ángeles, era esperar a que alguna empresa decida contratar a Felicity. 

Harry había hablado con ella en cuanto a su trabajo. Él le había ofrecido el puesto de ser su contadora personal. Cuando Felicity escuchó aquellas palabras, ella alzó una ceja de manera divertida.

–¿Contadora personal? –ella preguntó.

–Sí, ya sabes... necesito que alguien vea los números y... eso. –hizo una mueca y una seña inexistente con el dedo índice.

–No puedo permitirme eso. –ella alzó los hombros declinando la oferta– No mezclo trabajo y placer. 

Esa había sido una pobre excusa. La realidad era que no quería depender completamente de Harry. A pesar de que el castaño nunca la había hecho sentir de esa manera, ella no quería que él comenzara a verla como una carga a pesar de que recién iniciaban su relación. Ella también quería aportar aunque sea con lo mínimo.

–¿Podrías hacerlo hasta que encuentres un trabajo? –él sugirió sabiendo la verdadera razón por la que declinaba– Pasarías más tiempo en casa y estarías con Elio, y no olvidar que conmigo también. –él pasó un brazo por los hombros de su chica. 

Ella suspiró. 

–Supongo que podría usarlo para ponerlo en mi curriculum. –ella entrecerró los ojos mientras lo miraba– Contadora personal de Harry Styles, ¿qué tan bien suena eso? –ella alzó y bajó las cejas divertidamente.

–¿Me estás usando para tener un curriculum más brillante? –Harry abrió la boca de manera sarcástica y Felicity evitó no reír para poder seguir con la broma.

–¿Después de negarme dos veces? No podría, señor Styles. –colocó una mano en su pecho y Harry la tomó para llevársela a los labios y depositarle un beso– ¿No será usted quien está usando a su novia quien, de casualidad, es la mejor en cuanto al manejo de cuentas? 

–No podría, señorita D'Alessio. –él contestó y ella sonrió arrugando la nariz, acto que le pareció adorable a Harry.

En aquella conversación, finalmente Felicity aceptó, pero igual comenzó a mandar su curriculum a varias empresas con el fin de encontrar algo. Harry más adelante le comentó todo lo que tenía que saber sobre sus cunetas, para que ella pueda mantener un control de ello.

–¿Ves? Somos el equipo perfecto. –dijo colocándose detrás de la silla de Felicity y apoyando su mentón en el cuello de la castaña, dejando un pequeño beso en la mejilla mientras ella observaba la computadora con un Excel abierto.

[...]

La primera noche en la ciudad de Los Ángeles, cayeron rendidos al saber la cantidad de cosas que habían tenido que desempacar. Felicity se había encargado de todo para que la mudanza sea lo más rápido posible, sin embargo, eso significaba que todas las cosas iban a llegar rápidamente desde Londres.

ELIO ━ harry styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora