ELIO ━ harry styles.

11.

CAPÍTULO 11.

Ya habían pasado más de treinta minutos desde que Elio había salido corriendo. Harry canceló el ensayo de la banda para que todos puedan salir a encontrarlo. Felicity se sentía confundida, triste, enojada consigo misma, pero sobre todo preocupada por donde podría haberse metido su hijo. Lo único que sabían era que estaba en el piso del edificio, ya que, la única manera de tomar el ascensor era salir por una puerta en donde tenías que colocar una contraseña y que la tenían por privacidad. Además, eran los únicos que se encontraban ahí. Eso calmaba un poco a Felicity, pero aún así no desaparecía su preocupación.

–Mitch lo encontró. –leyó Harry el mensaje que su guitarrista le había mandado. Felicity sintió como la sangre volvía a su cuerpo.

–¿En dónde está? –preguntó aún temblando por el susto.

–Dice que debajo del escritorio de Kid. –terminó de leer su mensaje y tomó el brazo de la castaña para prácticamente arrastrarla hacia la oficina del productor en donde todos se encontraban en la puerta muy preocupados.

–No quiere salir. –dijo Mitch una vez que ambos llegaron a su lado.

–Yo me encargo. –suspiró Felicity y cuando estaba apunto de entrar, volteó apenada– Muchas gracias por haberme ayudado a encontrarlo, me siento un poco avergonzada por tener que cancelar el comienzo de su ensayo. Lo siento.–rascó su frente.

–No te disculpes por nada, Felicity. –Harry frotó su brazo.

Ella asintió levemente y giró para entrar a la oficina.

–Creo que deberíamos irnos. –sugirió Sara, a lo que todos estuvieron de acuerdo y lentamente cerró la puerta.

Elio estaba sentado en el sillón que había pegado a la pared. Mitch le había prometido un helado de menta, su favorito, si es que salía debajo del escritorio porque podía golpearse la cabeza por el espacio que había. A pesar que tuvo que insistirle muchas veces, por fin el pequeño se rindió pero ante el soborno del helado.

–Elio...–Felicity comenzó y su hijo frunció el ceño al escuchar su nombre– mi amor, ¿qué pasó? –preguntó.

Ella sabía que tenía gran parte de la culpa por lo que pasó, debió decirle lo que estaba pasando entre ella y Harry. Sin embargo, ella no sabía por qué había reaccionado de esa manera.

–Pensé que te agradaba Harry. –ella susurró sentándose a su lado suavemente.

–Sí me agrada... –él seguía sin mirarla.

–¿Entonces?

–No quiero que sea mi nuevo papá. –esta vez él giró su cabeza para mirarla y a Felicity se le partió el corazón al ver que su hijo tenía los ojos brillosos.

–¿Qué? –ella preguntó frunciendo el ceño al ver a Elio con, ahora, lágrimas deslizándose por sus ojos– Cariño, él nunca podría remplazar a tu papá. No pienses eso. –ella se acercó y de cierta manera esas palabras convencieron a Elio ya que se dejó envolver en los brazos de su madre.

–¿Entonces? –repitió la pregunta de su madre.

–Yo... –no sabía cómo empezar a explicarlo, eventualmente tenía que pasar, pero esperaba que más adelante– tu felicidad para mí es lo más importante, hijo. Harry y yo estamos conociéndonos y saliendo para poder ver si es que podemos juntos formar una relación más adelante. Si es que tú me dices que no te sientes cómodo con eso, entonces Harry y yo no estaremos juntos. –ella suspiró diciendo esas palabras.