ELIO ━ harry styles.

24.

CAPÍTULO 24.

–¿Te irás a Australia? –le preguntó Felicity llegando al lugar en donde se encontraba Tom. Su voz era de enojo puro, por lo que su madre la percibió automáticamente y se levantó haciéndole una seña a Anne para que los deje solos. Harry se encontraba detrás de Felicity con el ceño y brazos fruncidos.

Cuando Harry le terminó de contar a la castaña lo que Tom le había dicho, ella se quedó perpleja. No tenía idea que Tom había estado pensando en mudarse a Australia y le molestaba el hecho de haberle dicho a Harry tal semejante noticia sin haber consultado con ella, si quiera, si es que estaba dispuesta a acompañarlo.

–Nos iremos, nena. –Tom sonrió tomando las manos de ella. Harry rodó los ojos.

–¿Estás asumiendo que yo iré contigo? –Felicity entrecerró los ojos.

–¿Sí? Se supone que estamos en una relación. –Tom habló como si fuera lo más obvio del mundo.

–Una relación se basa en comunicarse, no en demandarle cosas a tu pareja. –ella habló molesta. Algunas personas que estaban alrededor de ellos comenzaron a mirarlos, pues ambos habían levantado la voz para poder escucharse. Felicity pareció darse cuenta y esperó unos segundos para poder pensar en qué decir y no causar una escena– No pienso moverme de Inglaterra. –negó con su cabeza.

–Estás bromeando. –contestó el británico y, al ver ninguna señal de gracia de parte de su novia, frunció el ceño– ¿Me estás jodiendo? ¿Sabes lo mucho que significaría mudarme a Australia y comenzar una franquicia?

–No sé nada, Tom. ¡No me has contado ni mierda! –ella gritó harta de la actitud demandante de su novio. Él estaba actuando como si ella fuera la villana que no quiere aceptar vivir con él.

Harry se percató de que algunas personas comenzaban a prestarle más atención a la situación. Él volvió a rodar los ojos y se acercó a la pareja para poder llevarlos a otro lugar en donde nadie pudiera escucharlos: su estudio de grabación.

Renegando, la pareja bajó las escaleras hacia el sótano de Harry en donde quedaba el pequeño estudio de grabación que había hecho para poder grabar sus canciones sin la necesidad de ir al estudio, ya que era común en él que su creatividad despertara a las tres de la mañana.

Harry no sabía si quedarse o irse, pero confirmó su duda cuando Felicity le tomó la mano cuando él se iba a dirigir a la puerta para darles privacidad.

–¿Todo este escándalo es por él? –preguntó Tom mirando como es que su novia le había tomado la mano a Harry.

–¡Esto es por ti! ¿Por qué asumes que viajaré contigo a Australia? Tengo un hijo, un trabajo, una familia y todo está en Inglaterra. –ella habló exasperada. Toda esta situación estaba comenzando a darle un poco de ansiedad y sentía que estaba cargando con algo pesado.

–¿Y yo? –preguntó Tom frunciendo el ceño.

–Al parecer tú eres alguien que no toma la opinión de su pareja a la hora de tomar decisiones. 

Tom se quedó en silencio mientras que su molestia seguía creciendo.

–Yo me iré a Australia, Felicity. Así que tienes dos opciones aquí. O te vas conmigo o terminamos. –demandó apuntándola con el dedo índice. 

Felicity se quedó en silencio mirando al hombre del que había estado enamorada durante los últimos meses. Estaba viendo su verdadero ser en estos momentos y realmente estaba sorprendida al haber pensado que la perfección que imaginaba en Tom, era una farsa.

–Buen viaje. –ella le contestó después de soltar un bufido. 

Felicity odiaba tener que terminar la relación de esa manera, pero lo que más odiaba era que no considerara su voz para tomar una decisión tan importante como el de mudarse a otro país. No podía simplemente abandonar su vida en Inglaterra, no cuando todo lo que amaba estaba ahí.