ELIO ━ harry styles.

19.

CAPÍTULO 19.

El día siguiente cuando Harry se levantó, sintió como todo su cuerpo le pesaba. Había dormido solamente dos horas y no había descansado en lo absoluto. Después de diez minutos de que Felicity se fuera, él se dio cuenta que había arruinado todo, pero decidió no ir a buscarla por temor a que por el momento acalorado las cosas empeoraran.

Aun así, tenía las intenciones de hacer las paces con ella. El propósito de las preguntas no fueron para ofenderla, ni mucho menos para recordarle momentos que ella trataba de olvidar.

Tenía que admitir que se sentía celoso y egoísta. Celoso porque envidiaba completamente a Tom por tener a una mujer tan maravillosa como Felicity y egoísta por pensar solamente en él.

Soltó un suspiro y decidió salir de su hogar para ir a la cafetería que estaba en la esquina de su casa a comprar algunos dulces. Al fin y al cabo, también visitaría a Elio después de tiempo y quería asegurarse que al menos podría tenerlo a él de su lado, o comprar su apoyo con magdalenas.

–¡Harry! Estás de vuelta. –lo saludó Helen, quien era la dueña de la panadería que recién se había inaugurado hace 3 años, pero que era la favorita por los Styles. 

–Que gusto de encontrarte. –Harry sonrió.

–¿Te empaco lo de siempre? –ella preguntó.

–Sí y también cinco magdalenas de chocolate. –señaló la vitrina en donde estaban aquellos dulces mencionados.

–Enseguida. –asintió y se dispuso a guardar en una bolsa caja todo lo que Harry había pedido.

Después de una pequeña charla en donde el cantante le preguntaba a Helen sobre la salud de su esposo y ella le contaba todo lo que había pasado durante los últimos meses, se despidieron y Harry le prometió volver pronto a seguir comprando de sus famosos dulces.

De camino a la casa de Felicity, que estaba solo a cinco minutos, se comió una galleta de vainilla que estaba recién horneada. Cuando estuvo frente a la puerta, Sylvia le abrió, parecía que iba a salir.

–¡Harry! –exclamó ella– No esperaba verte tan temprano. Iré a hacer unas compras. –dijo y salió. Cuando estaba a punto de cerrar la puerta, se dio cuenta que Harry seguía afuera– ¡Oh! Pasa, pasa. Felicity está en la cocina con Elio.

–Bien, gracias Sylvia. –él le agradeció antes de entrar a la casa y cerrar la puerta detrás de él. 

En silencio, se acercó lentamente a la cocina y vio a Felicity y a Elio desayunando tranquilamente. La castaña aún llevaba su pijama y el pequeño de igual manera. Ambos parecían estar concentrados en la película de Disney que estaban viendo en la laptop de Felicity, y es que el día anterior Elio no había terminado de ver "Peter Pan" porque el sueño le ganaba.

–Buenos días. –habló Harry de manera pausada para que Felicity no le gritara que se vaya.

–¿Harry? –Elio entrecerró sus ojos. Habían pasado meses desde la última vez que había visto a Harry, por eso necesitaba asegurarse que era el cantante y no un producto de su imaginación– ¡Harry! –esta vez exclamó emocionado al notar que la presencia del cantante era real.

–¿Cómo estás, campeón? –preguntó el cantante cuando sintió al pequeño abrazarlo por la cintura. Harry puso su mano en la cabeza de Elio y se encorvó un poco para devolverle el abrazo.

La imagen era muy tierna.

–Pensé que estabas dando tus conciertos y eso. –preguntó Elio interesado en el tema.