El aire parecía ser más liviano, mucho más fresco. Definitivamente ya no estaban en la ciudad. Las aves cantaban su muy usual melodía en la copa de los árboles, algunas hojas postradas en el suelo bailaban con el viento que silbaba cruelmente y aquella gigantesca cabaña, parecía una vaga promesa de que todo saldría mal. Incluso a la considerable distancia lograba distinguirse polvorienta. Se veía molesta. Tom podía entenderla, el tampoco estaba muy emocionado por lo que le esperaba.
Repartieron las habitaciones momentos antes de que comenzara el viaje por lo que Tom ya sabía medianamente bien a dónde le correspondía moverse. Sin embargo, desconocía qué tan afortunado había sido respecto a su acompañante de techo. De haber sabido antes que tenia que compartir un pequeño rectángulo frío y viejo con un extraño definitivamente no se habría tomado tantas molestias en levantarse de la cama. Pero, ahora tenía la ligera esperanza de que tal vez y solo tal vez le tocaría con Tord. O por lo menos con alguien conocido.
Se acercó al chico de cabellos despeinados con un poco de timidez y se aventuró a preguntar, tratando de disimular sus verdaderas intenciones.-Eh..Tord?, ¿qué número de habitación te tocó?-preguntó forzando un tono casual. Solo consiguió verse más nervioso de lo normal.
-204, ¡cerca de la alberca! Genial ¿no? Suelen organizarse las mejores fiestas en ese lugar. Te encantará! Aunque, debería advertirte, esa cosa suele estar llena de...bueno, ya sabes a qué me refiero.-respondió emocionado. A diferencia del otro, Tord no podía ocultar su exaltación por estar pisando nuevamente ese desgastado sitio. Tenía completa libertad de provocar todo ese caos acumulado que tanto le hacía falta y siendo un chico de naturaleza explosiva era obvio que no dejaría pasar su oportunidad. Haría explotar sus alrededores y a los demás con el, como todos los años.
Tom por otro lado, arrugó la nariz tratando de ignorar las múltiples opciones que se le vinieron a la mente. Ahora sabía que meterse a esa cancerosa "alberca" no sería parte de su itinerario. Además, tampoco había empacado traje de baño. Esa no era la peor parte.-¿Tu dónde quedaste?-preguntó.
-513...-respondió desanimado. ¿Verdaderamente deseaba compartir habitación con Tord? Sonaba a una mala idea y ni siquiera era posible concretarla.
-"Si Tom, sabes perfectamente que si. Quieres tenerlo cerca y abrazarlo eternamente para que de esa manera, finalmente, tu insaciable vacío interior, tenga algo con que llenarse."-le respondió una de sus muy oportunas voces.
-Último piso. Tranquilo Tom, quita esa cara. Prometí que estarías con nosotros. Iré a buscarte para que no te pierdas. De hecho, los chicos quedaron más cerca de mi habitación así que, todos iremos por ti.-comentó Tord tranquilamente con la intención de relajar al otro que comenzaba a morderse el labio y a jugar con las mangas gigantes de su sudadera. Tord ya bien sabía lo que significaban esos gestos. Le parecían curiosos y hasta tiernos, pero no podía permitir dejarlos crecer.
-Hey, dormilón, no te preocupes. Te divertirás, me encargaré de que así sea, okey? Ahora ve a dejar tus cosas. Te buscaremos más tarde.-Dijo al mismo tiempo en el que nuevamente volvía a jugar con poco con los cabellos despeinados del chico. Parecía que se volvería una costumbre. Una que no le desagradaba a ninguno de los dos.
Tom asintió con la cabeza, posteriormente se despidió y finalmente se aventuró a seguir su camino. No muy seguro de los pasos que debía dar, decidió acercarse a uno de los indiferentes profesores que pretendían encargarse de los asuntos administrativos pendientes. El profesor a cargo era el mismo que parecía estar en constante agonía con su vida. No fue precisamente amable pero logró ayudar un poco. Por lo menos le explicó, aunque de mala gana, que giros dar y que escaleras debía subir.
Con paso tambaleante comenzó a acercarse a su destino. La puerta estaba ahí, paciente, esperando con sus grietas a que una pobre alma desafortunada volviera a rozar sus ralladuras. Solitarias y frías.
Al otro lado, parecía que una discusión estaba tomando lugar, lo alteraron un poco. No estaba muy deseoso de coexistir con otro lunático. De ser así preferiría dormir afuera. Ya era mucha convivencia forzada por un día.
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A dos mundos de distancia (Tordtom)
Fanfiction-¿Qué es lo que se siente cuando se pierde el camino? -¿Qué es lo que se siente cuando se pierde la fe? -¿Cómo le llamas a eso, a eso que aparece, que te consume, lentamente...? -¿En qué te conviertes cuando realmente te quedas sin NADA? "Vacío....i...