17 [PRIMER PASO]

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Su mirada brincaba del teléfono al papel. Una y otra vez. Sus manos sudaban y su pierna, frenética, se movía de arriba a abajo. Producto de su nerviosismo. No parecía querer parar.

"-Vamos Tord. Es una llamada. Esperaste 4 años y ahora que tienes la oportunidad no lo harás?-"

"-¡No seas cobarde!"

Lo sabía. Era necesario contactarse con Tom pero, era tan extraño. Tenía tanto tiempo de no verlo que si no fuera por aquel encuentro inesperado ni siquiera hubiera sido capaz de recordar su voz.
Se sentía culpable por lo ocurrido pero al mismo tiempo dolido. ¿Tenía derecho a sentirse así? Después de lo que hizo ¿con qué cara podía quejarse? En ocasiones se sentía poco digno de poder sentir siquiera algo. No sabía cómo pero más importante aún ¿Qué se supone que debía decir?.
Un timbre lo distrajo de su habitual ritual de negación. Suspiró y finalmente se dirigió a la puerta, dejando aquel papel sobre su edredón.

Su cuerpo se relajó un poco al ver dos rostros amigos que le sonreían con amabilidad.

-Hola chicos, ¿Qué hacen aquí?-preguntó Tord algo curioso.

-¿Ya le hablaste?-preguntó Edd mientras entraba sin invitación al pequeño departamento.

-Deberías hablarle Tord, ya tiene mucho que no lo vemos, me encantaría saber qué fue de él.-continuó Matt, imitando la acción de su amigo. Supuso Tord que ya se había enterado de lo ocurrido.

-Lo sé lo sé...es sólo que, es complicado.-Respondió Tord, quejándose en silencio.

Edd miró a su amigo con detenimiento. Tratando de descifrar lo que ocultaba ese nervio ansioso y excesivo que para nada eran propios en alguien como él. Rápidamente encontró su respuesta.

-Miedo.-dijo sin más. Tord lo miró extrañado.

-Tienes miedo Tord. Lo entiendo. De verdad pero, debes hacerlo.-

-Yo no tengo miedo. Es un nervio normal producto del distanciamiento.-respondió Tord tratando de disimular.
Edd apagó su rostro gentil y por primera vez en mucho tiempo trató de ser firme, directo, realista. Bien sabía que a su amigo no le gustaba pero era necesario hacerlo entrar en razón.

-Has escapado de tu pasado por años Tord. Dejaste todo estancado, esperando que mágicamente desapareciera pero adivina qué, no es así cómo funciona.-

Tord se molestó notoriamente y sin considerarlo se paró en frente de su amigo y lo empujó con fuerza, dejando aún más en evidencia lo irritado que estaba por aquel comentario. Comentario lleno de verdad.

-Y tú quién te crees que eres para decirme lo que tengo que hacer?-dijo con voz alzada y mirada amenazante.

-Intento ayudarte Tord. Necesitas tomar el control de tu propia vida!.-

-Ocúpate de tus propios asuntos.-

Edd quedó sorprendido ante tal respuesta. No se esperaba ser apartado de esa manera pero no pudo evitar enfadarse al respecto. Dió media vuelta, sin decir ni una sola palabra, dirigiéndose a la puerta.

-Bien.-respondió para después salir del lugar.

La incomodidad fue acompañante del silencio. Matt no sabía qué hacer. Estaba ahí, de pie, mirando a todas direcciones, buscando una señal, algo que le permitiera adivinar qué era lo correcto. La situación había escalado rápidamente de nivel y él no estaba acostumbrado a lidiar con eso.
Finalmente, después de unos minutos, Tord, sin demasiada educación, le dijo que se fuera. No tenía intención de conversar.
Sin embargo, Matt se sentía en la obligación de permanecer a su lado para ayudarlo a calmarse o por lo menos a desahogarse.
Se dirigió a la habitación de Tord y sin mucha dificultad encontró aquel dichoso papel que le provocaba tanto conflicto a su pobre amigo. Lo tomó con cuidado y lo alzó para que Tord pudiera verlo. Este no fue capaz de producir siquiera un sonido. Simplemente frunció el ceño y apartó la mirada.

A dos mundos de distancia (Tordtom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora