A dos mundos de distancia (Tordtom)

07 [FIESTA]

Los gritos desenfrenados y la música punk a todo volumen se podían oír fácilmente incluso aún estando a dos o tres calles de distancia.
Rápidamente el ruido se intensificó, poco a poco siendo más y más molesto para los oídos de Tom.
En cuestión de segundos finalmente habían llegado a su destino. Una casa descuidada, probablemente de alguien cuyos padres nunca estaban. Ahora llena de adolescentes con las hormonas a tope, todos y cada uno buscando terminar en más de una manera con alguien.

En el rostro de Edd se podía distinguir lo entusiasmado y nervioso que se sentía, pues, por primera vez en toda su vida, hablaría con una chica, o mejor dicho, esa chica. Tantas veces fueron las que se imagino a si mismo en ese preciso momento, tantas veces fueron las que había planeado a detalle aquel día, tantas que ahora, irónicamente, no tenía ni idea de qué hacer.
Ingenuo, escuchaba los consejos que Tord gratuitamente le daba. Él era por mucho el más experimentado.

-Casual Edd. Casual. No queremos que ella sepa lo patético y virgen que eres.-comentaba burlonamente.

-Oh descuida, más no es posible.-continuó Matt siguiéndole el juego.

Edd apresuró un puñetazo para ambos chicos.-No me están ayudando. En serio. No quiero parecer un tarado.-

-No pareces, ya eres. La pones difícil con tu apariencia nerd Edd.-respondió Tord, seguido de un solo de carcajadas provenientes del pelirrojo.

Tom que escuchaba en su sitio quieto y tratando de no llamar la atención, contenía con todas sus fuerzas esas ganas de sonreír, era un momento peculiarmente cómico y no pudo evitar reconocer que aquel sujeto de verde tenía una apariencia ligeramente graciosa. Lo cual, a su pesar, le divertía.
Sin embargo, en cuanto vio cómo Edd lo miraba se le congeló la sangre y se tensó un poco, pensando que quizá el chico de alguna manera había descubierto sus burlescas risas achicadas.

-Tom, tu pareces ser el más razonable aquí. Algún consejo?-

-Eh...yo?...ah...-respondió Tom con cortas y aleatorias muletillas que demostraban lo mucho que le había sorprendido la pregunta.

Tord intensificó su reacción, riendo de una manera quizá un tanto ofensiva. En su momento no lo percató pero nuevamente, debido a su comportamiento, provocó que la apagada mirada de Tom se dirigiera al suelo, ciertamente incomodado y avergonzado por el momento.

-Oigan! quienes son ustedes?- les preguntó un sujeto que emanaba un fuerte olor a lo que parecía ser marihuana, interrumpiendo su conversación.

-Nos invitaron- respondió Edd con sencillez y rapidez pues creía ingenuamente que tan solo con decir esas palabras fácilmente lo dejarían pasar.
El chico lo escaneo de pies a cabeza, probablemente tratando de averiguar en cual de todos sus bolsillos guardaría algo de dinero.

-Tendrás que pagar para entrar amigo.-

-Pagar? Nadie mencionó nada sobre eso. Vamos, no tenemos mucho, déjanos pasar.- suplico Edd, sin darse cuenta de lo muy ridículo que era el asunto.

-Lo siendo, no dinero, no entrada.-

Tord desesperado apartó a su amigo y le planto un leve puñetazo al otro tipo, uno que, para el, fue incluso amable. Sin embargo, para el otro, no fue precisamente una caricia.
Tirado en el piso comenzó a sobarse su mejilla mirando con recelo al chico que había decidido castigarlo sin razón.