18 [TRAZOS]

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La gente pasaba por los senderos de aquel parque, justo enfrente de Tom. Verlos caminar, con sus miradas perdidas y sus mentes llenas de compromisos irónicamente lo tranquilizaba. Para su fortuna, el viento soplaba con fuerza. Esto le recordaba lo que era poder disfrutar de las pequeñas cosas que le otorgaba la vida y al mismo tiempo, le permitía gozar del clima con inmensa alegría.
Respiró profundamente, permitiendo que el frío del viento congelara sus pulmones. Cerró los ojos, pensando que se encontraba solo y disfrutó de su efímera calma.

No duró demasiado.

-Hola...lamento interrumpir pero, si me lo permites saber ¿qué estás haciendo?-Preguntó una voz que a primeras no logró reconocer. Ingenuamente dirigió su mirada algo nervioso, pensando que se trataría de Tord pues, ya llevaba esperándolo un buen rato.
Rápidamente se percató que se trataba de un extraño.

-Nada...sólo disfrutando del paisaje.-Respondió ligeramente decepcionado.

-¿Te molesta si te acompaño?-Preguntó tímidamente el otro.

-Oh, no, para nada. Adelante.-Dijo con educación. Al menos no estaría aburrido en lo que seguía con lo que parecía ser, una eterna espera. Aunque debía reconocer que le parecía algo extraña esa inesperada intromisión.

Pasaron unos breves minutos antes de que el desconocido se aventurara a continuar.

-Si no es mucha osadía de mi parte, ¿qué te llevó a esperar en este lugar?-Preguntó con sutileza.

Tom reflexionó un minuto en si debía mentirle a ese sujeto o decirle la verdad. Pero, incluso tratándose de un asesino o acosador pervertido, no era secreto que se encontraba esperando y eso no formaba parte de su rutina. Era imposible que pudiera deducir algo sobre su identidad con tan solo revelarle ese pequeño detalle.

-Espero a alguien.-Respondió finalmente, aún algo dudoso de lo que acababa de hacer.

-No, quiero decir, a este sitio. Es una pequeña ciudad después de todo. ¿Porqué un joven tan agraciado como tú vendría a un sitio tan aburrido como este?-Dijo el extraño con notable interés en su tono.

"Agraciado como yo? ¿Quién es este tipo y porqué suelta cumplidos tan de repente?"-Reclamó para sus adentros, un tanto incómodo y confundido.

-Sólo estoy de paso.-No mintió del todo. Cierto era que no estaba seguro del tiempo que tomaría su estadía y poco probable era el que se volviera permanente. De cualquier forma, no sería un dato que revelaría ante aquel chico entrometido. Una respuesta vaga y libre a todo tipo de interpretación era la mejor decisión en ese momento.

El silencio se posicionó protagonista una vez más. Siendo solo acompañado por el ruido de las hojas.

-Hoy es un hermoso día. La iluminación es perfecta.- Comentó el extraño. Observando el cielo con detenimiento. Como si este fuera el mejor espectáculo que había visto hace mucho tiempo.

-¿Perfecta para qué?-Preguntó Tom.

-Disculpa, tenía un rato observándote. Tu composición ósea y facial me dejaron cautivado. Me preguntaba si...quizá...-Algo parecía retener sus palabras.

Tom pudo observar cómo jugueteaba con sus manos. El movimiento reflejaba ligera y evidente ansiedad.

-¿Me dejarías dibujarte?-Preguntó finalmente.

Tom no podía sentirse más extrañado. Jamás le habían propuesto algo similar por lo que no sabía muy bien cómo reaccionar.

-Ah, c-claro. No hay problema.-Respondió con nerviosismo pero extrañamente algo de emoción. Debía reconocer que se sentía halagado.

El chico sacó con cuidado un pequeño cuaderno de hojas blancas junto con un lápiz fino que parecía bastante desgastado. En sus ojos había emoción y deseo.
Comenzó finalmente con un par de trazos, delicados, suaves. Parecía que sabía exactamente lo que estaba haciendo.

-¿Debo colocarme en alguna posición?-Preguntó Tom algo perdido. Su cuerpo comenzaba a tropezarse en sus movimientos. Sus manos le sudaban y su mente divagaba entre el sin fin de preguntas que tenía justo en ese momento.

"¿Me estaba viendo? ¿En qué momento? ¿Cómo no me di cuenta? ¿Me habrá visto haciendo algo vergonzoso? ¿Me veo bien? ¿Huelo bien? ¿PORQUÉ ME PREOCUPA?"-No lo sabía, pero estaba tan habituado a la soledad que su mente paranoica no sabía cómo reaccionar.

-No, estás perfecto así.-Respondió concentrado.

Mientras Tom regulaba sus emociones los minutos pasaban, los trazos continuaban. Pero no había señal de Tord por ninguna parte.

-Y...Eso de pedirle a extraños su cuerpo es usual para ti?-Preguntó Tom con la intención de volver la situación ligeramente más dinámica y amena. No estaba seguro de la otra persona pero al menos él si que se sentía intimidado por aquella inesperada situación.

El extraño soltó una pequeña risa tímida.

-No. Nunca me había sentido cautivado de esta manera.- Respondió sin mirar a Tom. Se veía avergonzado.

Unos trazos más, acompañados del atardecer. Había pasado casi una hora.
Tom aprovechó aquel momento para observar al chico con mayor detenimiento.
El joven poseía facciones finas pero marcadas. Sus cabellos eran castaños, claros. Quizá demasiado para ser reales. Su nariz puntiaguda y su mirada afilada le parecían demasiado familiares. Tenía una sensación de ya haberlo visto en algún sitio. Pero por más que buscó entre sus recuerdos, no había un nombre pegado a su rostro. Era un completo extraño.

-¿Cómo te llamas?- preguntó de la nada.

-Soy Thomas.-

-Sabes Thomas, eres realmente hermoso. Gracias por tu tiempo.-Respondió el chico al mismo tiempo en que le entregaba una hoja de papel y se retiraba del lugar.

Tom observó con cuidado aquel regalo inesperado. Debía reconocer que el chico tenía talento pero más le impresionó la pequeña nota en la esquina inferior del papel.

[Me gustaría volver a ver esos hermosos ojos negros. Llámame.] seguido de un número telefónico.

Las mejillas de Tom se pusieron coloradas al instante.

"¿Qué mierda acaba de pasar?"

[EXTRA]

Llevaba más de una hora escondido entre algunos arbustos. Fuera de la vista de Tom o de otras personas. Sus piernas parecían trabadas y sus pies por poco y echaban raíces bajo tierra. No podía moverse.

"Vamos Tord. Debes hacerlo. Tienes que hacerlo. PUEDES HACERLO!"-Dijo como intento desesperado de motivación.

Se levantó con determinación y rapidez pero poco duró su fuerza. Al instante regresó a su escondite sin darle crédito a lo que veían sus ojos.

"¿Tom hablando con, ese sujeto...?"

Estaba realmente extrañado y por lo que veía, Tom no tenía ni idea de con quién estaba hablando. Si así fuera, no estaría tan tranquilo.

El verlos hablar le dió escalofríos. ¿Qué buscaría ese tipo con Tom? ¿Cómo se enteró de su llegada? ¿Porqué se aparece ahora?

Pensó en acercarse a preguntar. Sería más fácil hacerlo que especular detrás de un arbusto. Pero no se sentía del todo motivado a intervenir.
Decidió entonces escribirle un mensaje. Avisar que lo vería en algún otro sitio más privado.
No sabía el porqué, pero tenía una sensación extraña. Algo no le gustaba.

Un cosquilleo en su espalda lo impulsó a girar con rapidez. Pudo sentir como un sujeto de anchura mayor a la suya, se abalanzaba contra él, con la intención de derribarlo. Logró escabullirse lo suficiente como para evitarlo.
Ágilmente lanzó una patada en la parte baja del estómago que logró desequilibrarlo un poco pero no lo suficiente.

Tarde notó que una aguja había logrado entrar en su cuerpo. Sentía como el líquido quemaba el interior. Su visión se apagaba, lenta y constante, hasta que finalmente terminó inconsciente.

A dos mundos de distancia (Tordtom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora