16 [REENCUENTRO]

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[4 años después]

Las flores recién comenzaban a brotar con aromas y colores que deslumbraban a sentidos tanto jóvenes como viejos. El calor era notoriamente intenso, no importaba el tiempo que llevaba conociendo esa asfixiante calidez, todos los años seguían agobiándolo.

-Dios...qué calor más horrendo...-

-Relájate Tord, el departamento de Matt está a dos calles más-Respondía el chico castaño con calma en su andar. No había prisa.
Un día libre en la dorada época de verano donde la gente aprovechaba para inflar sus pequeñas albercas  y disfrutar del agua fría sin temor a resfriarse. Algunos buscaban un bronceado cautivador y otros olvidarse de sus deberes. Pero todos coincidían en algo, paz.

-¿Cómo puedes ser tan optimista?- preguntó Tord irritado por el calor y por la actitud tan relajada del contrario.

-No lo soy. Pasa que tu eres demasiado pesimista.-respondió Edd en un ensimismado tono burlón.

El teléfono de Tord vibró repentinamente. Este mismo no parecía del todo emocionado por contestar, sabía de quién se trataba.

-Es ella, no?- preguntó Edd pícaramente.

-Si. Me sorprende que no entienda. Terminamos hace más de dos meses. Debería estar cogiendo con alguien más o algo así, ya sabes. Seguir adelante.-respondió Tord fastidiado con su situación actual.
Se había dedicado los últimos años a navegar de cama en cama, tratando de llenar ciertos vacíos que no podía entender. Si bien era verdad que ya no se aferraba a ningún sueño, la soledad estaba ahí, atormentándolo, en silencio. Como un pequeño secreto que sólo sabían él y su corazón.

-A diferencia de ti a ella le gustaste de verdad Tord.-respondió el otro con tono severo. Apoyaba a su amigo pero bien sabía que lo que hacía no era correcto. Ni para él ni para los demás.
Tenía ciertas sospechas sin embargo tampoco tenía el derecho de indagar en esa zona. Veces anteriores se había animado a preguntar pero Tord estaba completamente cerrado a regresar. No estaba dispuesto a tratar con su pasado y su total negación era tan evidente que el ambiente rápidamente se volvía pesado cada que se tocaban esas fibras.

Dado a que aún no estaban en su destino, Edd decidió continuar con una breve charla. Para ponerse "al día". Como en los viejos tiempos.

-Y dime, ya terminaste la mudanza?- preguntó

-Me faltan un par de cajas.-respondió Tord con ligero cansancio.

-¿Todavía? Tienes ya un mes de haber regresado! Eres igual de flojo. Y yo que creí que el ejército te quitaría eso.-respondió Edd con tono juguetón.

-Hubieras visto, era el mejor de mi clase. Todos me lamían las botas. En ese sitio cualquier mínima debilidad es sentencia.-respondió Tord con entusiasmo y desilusión a la vez.
Tuvo un extenso viaje. Se enlistó en la escuela militar de Noruega, la cual era bastante prestigiosa y conocida por su alto grado de dificultad. Más del 70% desertaban en los primeros meses.
Tord era duro por lo que al final siempre se las arregló para sobrevivir y de alguna u otra forma escabullirse bajo las sábanas de alguna desafortunada cada vez que le permitían salir.
Logró distraerse, por un tiempo. Reconstruir su vida después de tantos capítulos inconclusos. Creía estar finalmente completo.
Pero muy en el interior sabía que no era del todo cierto. En ocasiones el sentimiento era imposible de ocultar. Era casi como tener un grano en la frente, gigante y molesto. Podías ignorarlo pero el maldito seguía ahí.

A dos mundos de distancia (Tordtom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora