- Gracias por su ayuda, maestro Druida.
- De nada, joven hechicero, espero verte pronto a recoger nuevos temas e incluso temas más avanzados de los que te has llevado.- Se despidió con un apretón de manos. Harry inclinó la cabeza en señal de reconocimiento y despido y salió de la tienda para dirigirse hacia el Callejón Knockturn.
Con un rápido encantamiento Tempus sin varita que aprendió de sus libros de texto de Hogwarts, vio que eran más de las 17:30 de la tarde. Genial, otro día que llegaría tarde a casa, sus elfos no estarían contentos con él por perderse una de sus fabulosas comidas, pero no podía hacer nada al respecto. Tendría que disculparse con ellos, aunque no sabía cómo. De todas formas, decidió que lo mejor sería ir al Callejón Knockturn y terminar de hacer sus compras del día.
Iría a la tienda de Twilfitt y Tatting para ver la ropa que vendían allí. Estaba interesado sobre todo en las túnicas de gala y de vestir más elegantes.
Había oído a Marius decir que en Twilfitt y Tatting,vendían túnicas de seda de acromantula, con encantamientos enfriadores para verano y calentadores para invierno. Encantamientos auto ajustables, lo que sería muy conveniente, dado que estaba en continuo crecimiento.
Pero el destino tenía otros planes para Harry hoy, más que ir a la tienda de ropa, escuchó sonidos de voces gritando por auxilio. Un auxilio que jamás vendría en Knockturn, dado el tipo de personas que lo habitaban. Cada persona tenía su reputación que mantener y su negocio allí.
Con un suspiro de resignación y más por curiosidad que otra cosa, se dirigió hacia las voces que pedían ayuda. Tal vez lo meterían en problemas esas voces, tal vez fuera una trampa de algún desalmado que tuviera malas intenciones, pero tal vez era alguien que necesitaba ayuda desesperadamente o por como vislumbró, dos niños que estaban siendo acorralados por un hombre vistiendo harapos y con una mirada sedienta de sangre.
Mezclándose con las sombras del Callejón, decidió espiar la conversación entre los niños y el hombre.
No sería muy inteligente actuar sin pensar en un plan de acción, aunque si veía que el hombre no era disuadido por las amenazas de los niños, intervendría y posiblemente mataría al hombre despellejándolo vivo.
Cuando se dice despellejándolo vivo, había visto en una serie de televisión una vez, que su primo Dudley puso y pasó a estar cerca Harry, por casualidad, por supuesto, vio que una bruja oscura despellejaba a un hombre, dejándolo solo con los músculos al descubierto. Por supuesto el hombre había muerto en cuestión de minutos o segundos. Tendría que probarlo, como había averiguado en numerosas ocasiones, la magia se trataba principalmente de la emoción que ponías al lanzarla, el deseo que querías que hiciera y la fuerza de voluntad, para hacer que sucediera y esas tres cosas, Harry las poseía.
Acercándose un poco más para poder escuchar mejor, empezó a coger retazos de la conversación. Parecía que los niños, eran hijos de un Señor del Wizengamot, y que estaría muy pero que muy disgustado con el hombre o con su Jefe, por lo que parecía.
El hombre no paraba de decir que a Grayback le encantaban los niños y más si eran mordidos de una familia prominente como los Black.
Interesante, al parecer el hombre era o bien un licántropo o un vampiro. Y los niños, ahora identificados como Black, debían ser familia de Sirius Black, su padrino. Pues bien, no podía dejar que ese hombre les hiciera nada, después de todo, él también estaba emparentado con los Black.
Su abuela Dorea Potter, era una Black antes de casarse. Tendría que investigar qué grado familiar tenían en común, pero sería mejor pasar a la acción.
ESTÁS LEYENDO
Harry Potter y el poder del conocimiento
FantasyHarry es maltratado desde los cuatro años hasta los seis, donde se entera de que tiene un poder y lo usa para su beneficio. Debe aprender todo tipo de magias, para poder ir superando obstaculos en su vida. Harry Potter es un hechicero, oscuro pero n...