Caminando por los pasillos atestados de alumnos de todas las casas, que por primera vez en décadas se juntaban unos con otros, Harry llegó al compartimento en el que estaban sus amigos, junto a Neville, que ahora estaba mostrando a todo el mundo, su nueva varita, con una sonrisa que amenazaba con dividirle la cara en dos.
- Hola a todos.- Dijo Harry con una sonrisa, pasando dentro del compartimento y ampliándolo en el camino, haciendo que las chicas, Celeste, Cassiopeia y para sorpresa de Harry, Daphne y Tracy sonrieran a Harry coquetamente.
Los chicos por su parte se dignaron a darle palmaditas en la espalda o la mano en modo de saludo.
Con el movimiento repentino del tren y un ligero traqueteo, el viaje comenzó para los chicos de segundo año, hacia un futuro incierto de aventuras.
El viaje en tren había comenzado con buen pie, los chicos en el compartimento se estaban poniendo al día en cuestión de los acontecimientos del verano y discutiéndolo en profundidad. Cassiopeia miraba de vez en cuando a Harry de reojo cuando se hermano, Alphard le preguntaba algo con respecto a lo académico y su día en Gringotts.
Le parecía a Cassiopeia que algo andaba raro en la forma que tenía de hablar de su maestra Sarah. En lo más profundo de su mente, una pizca de celos al escuchar como hablaba de ella con tal cariño en su tono, se hizo presente.
No podía remediarlo, ahora sabía que sentía algo por Harry, pero no estaba segura del todo si era un cariño especial por haberla salvado la vida el año pasado del primer beta de Fenrir Grayback o que realmente sentía, lo que se llamaba los comienzos de amor por él. Tal vez tendría que hablar con Harry al respecto de lo que sentía, pero de momento tendría que salir de su ensimismamiento para que no se le notara.
- Pero Harry, ahora que eres adulto, se te abre un mundo de posibilidades, ¿No es así?- Preguntó Cassiopeia para distraerse de lo que su mente le decía.
- En cierto modo, Cassie. Ahora me puedo examinar de los TIMOS y EXTASIS al mismo tiempo si lo deseo, pero hablé con...
- Déjame adivinar Harry.- Intervino Celeste. – Con la buena de tu maestra Sarah.- Dijo en un tono, un poco celoso.
- No, te equivocas Celeste. Hablé con el Sumo Sacerdote Powell de ello y concordamos que los TIMOS debería sacarlos este año y los EXTASIS al que viene, para poder disfrutar un poco más de la adolescencia en Hogwarts con vosotros, ya que una vez que salga, temo que no tendré el tiempo requerido para el ocio.- Explicó un poco decaído Harry.
- Te ves decaído Harry, ¿Por qué es eso? Yo en tu lugar estaría alegre e impaciente por ser el más joven de nuestra generación en graduarse de la escuela y ser reconocido por un Concilio de hechiceros y druidas, como un maestro. Aparte del hecho de aprender del gran alquimista Nicholas Flamel, tanto en Hogwarts, como fuera de ella.- Dijeron Alphard y Corvinus, entre los dos.
- Es normal que se sienta decaído, tontos.- Intervino Cassiopeia frunciendo el ceño ligeramente. – Harry tiene demasiadas responsabilidades tal y como están ahora las cosas. Por si lo habíais olvidado, tiene uno de los títulos más importantes del mundo mágico, y es el de Emrys, que traerá la paz y la prosperidad al mundo mágico. Aparte del hecho de que tiene que reestructurar la casa Potter de sus cimientos, por decirlo de alguna manera. Está obligado a actuar como adulto en cuerpo de un niño. Y encima por si fuera poco, no solo está en la mira de un loco, sino de dos.- Dijo un poco airada con su hermano y Corvinus.
Ambos de los chicos parecían un poco avergonzados por no verlo de esa manera. Y se disculparon con Harry por ello.
Neville, por su parte se limitaba a asentir en acuerdo a Cassiopeia, Daphne y Tracy se preguntaban cómo sabía de las obligaciones de Harry para con el título Emrys.
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Harry Potter y el poder del conocimiento
FantasyHarry es maltratado desde los cuatro años hasta los seis, donde se entera de que tiene un poder y lo usa para su beneficio. Debe aprender todo tipo de magias, para poder ir superando obstaculos en su vida. Harry Potter es un hechicero, oscuro pero n...