Cachorro - ♯݊hyunho/hyunknow

Capítul☯ 10.-

Sin mucho más espectáculo empezó a dirigirlos, primero por su colegio, explicando los salones en los que se realizarían los diversos juegos y competencias.

Por último llegó al patio, en el que pasó el grupo a uno de quinto del otro colegio también, quien se los llevó por su lado.

En realidad también temía ganas de ir, observó el inmenso patio y su primer paso dentro del territorio significó una vía libre tanto para todos los híbridos de cruzar aquella frontera.

—¿Seguro que podemos venir por aquí? —preguntó Felix observando el grisáceo y clandestino edificio que se alzaba delante suya.

—Si no quieren no lo hagan —ambos alzaron los hombros y se separaron de Minho, sabían que ahora podían cuidarse solos, aunque de todos modos Jisung no se despegaba del guepardo.

Lee por su parte caminó con total normalidad, como si fuera su edificio, observaba las aulas, algunos alumnos todavía permanecían en ellas.

No tuvo miedo en si alguien percibía el aroma de su alfa en él, ya no era un secreto que esconder.

Observó a su alrededor en el segundo piso, estaba extrañamente más vacío.

Decidió pasar al tercero. Luego a cuarto, donde paró un momento en el salón de ciencia, todo oscuro, suponía que de todas formas nadie lo usaría ese día.

Con algo de interés por lo tan apagada que se encontraba, se adentró y presionó uno de los interruptores que estaban en una pared.

El resultado envés de sacarlo, lo dejó un poco sorprendido.

¿Quién demonios tenía una maqueta del sistema solar colgando en el salón?

Dejó su sitio para acercarse, jaló una silla y se sentó en medio de la sala, observando con más detalle como cada estrellas estaba bien puesta, subió la mano y giró el sol, de esta forma toda la maqueta empezó a moverse tal cual se movería el propio sistema, incluso las lunas de los planetas.

Hyunjin caminaba por cada pasillo, se le había encargado vigilar las aulas una y otra vez por si algo se salía de control, y con eso quería decir el celo de cada alfa u omega en el colegio.

Hasta el momento ya iban dos, no se sorprendería encontrar un tercero.

Desde su posición al pie de las escaleras frunció un poco el ceño al ver una pequeña luz saliendo del salón en el que se suponía que "nadie debía estar fuera de clases"; el profesor de ciencias era histérico en el tema.

Se acercó dispuesto a sacar a cualquier persona que se encontrara dentro, abriendo la puerta en silencio, vió el proyecto que hacían en conjunto los salones prendido, apagando este.

—Enciéndelo —al momento de escuchar esa voz lo hizo, y ni él mismo sabía por qué.

Iba a decir algo para echarlo, pero solo se acercó y tocó Júpiter con una mano, el cual tambaleó pero siguió su ritmo.

Luego observó al tigre que se encontraba muy entretenido observando con detenimiento cómo esto iba de un lado a otro.

—¿Te gusta? —recibió un pequeño asentimiento así que prefirió sentarse a su lado—. Bien, porque nos tenemos que ir.

Minho por primera vez en lo que había entrado volteó hacia él, volviendo rápido su mirada al proyecto.

—¿En serio debemos hacerlo?

No contestó, al estar viendo sus ojos literalmente observó como en estos se reflejaba cada una de las estrellas.

—Vámonos —dijo al fin levantándose y creyendo que el otro le seguía, pero no parecía ser así—. Minho.