Cachorro - ♯݊hyunho/hyunknow

Capítul☯ 13.-

—Deja de moverte tanto, me estas moliendo a golpes.

—Si tienes una mejor idea no me molestaría oírla.

Aquella pelea resultó en ambos enredados dentro de una malla de sogas, tratando ahora de romper ésta para salir.

Hyunjin no parecía querer colaborar pues no hacía más que removerse incómodo mientras Minho trataba de romper cualquier costado para irse corriendo.

Su plan le había dado mala espina desde el comienzo, y aún así había ido por aquella bandera azul.

La cual para hacer más cómica la situación ni siquiera la tenían ellos, se había caído fuera.

Siguió con la memoria de Choi acercándose solo para verlos, no decir ninguna palabra e irse con la bandera en mano a pesar de los gritos de ayuda de ambos.

Sacó garras de una mano para tratar de cortar una soga, pero mientras más lo hacía la malla junto a ellos también se mecía a todas las direcciones.

—En serio, para —ignoró el comentario del otro, tenía mayor preocupación en salir de ese lugar, y no podía pedirle ayuda al lobo porque sus especialidades solo eran tener más fuerza y resistencia—. ¡Para de una maldita vez, Minho!

Volteó a ver al chico bajo suyo ya cansado pero logró sorprenderse al ver sus mejillas algo coloradas. Al fin se separó cuando las manos del pelinegro tomaron su torso y cadera para tratar de apartarlo, al fin lo comprendió pues se hizo a un costado.

—Si me lo hubieras dicho desde el principio quizá me hubiera quitado —comenta Minho queriendose reír de aquella situación pero era demasiado vergonzosa.

—Te dije que me estabas dando golpes, creía que no sería tan necesario contarte que estabas... —paró negando antes de tratar de acomodarse mejor en el reducido espacio, pero solo logró doblar una pierna. Suspiró.

Minho rodó los ojos al igual que su cuerpo, esta vez tratando de romper una de las sogas de abajo, lo cual hacía que de todos modos la trampa se moviera. Hyunjin después de lo otro se quedó en silencio tratando de sostenerse lo más lejos de felino que podía.

Era complicado porque cada que se movía sus manos dejaban de aguantar su peso dejándose caer dedo por dedo.

—Hey, cachorro —el nombrado acudió al llamado observando con dificultad a Minho quien se mantenía pensativo, que ambos sean tan altos no ayudaba en lo más mínimo—, acuéstate encima mío, ya he roto lo suficiente pero lo otro se complica, sí hacemos fuerza en ambos lado y estiramos la soga tal vez se adelgace y pueda cortarla.

El lobezno aún sin entender el plan del todo se quedó allí, Minho volteó viéndolo altanero antes de darle una seña de que se acercase.

—Coloca tus rodillas así —ya cuando estuvieron cerca Minho con una extraña tranquilidad empezó a explicarle como colocarse—. Bien ahora, coloca una mano por aquí —señaló a un costado poco alejado de su cabeza—; el otro, aquí. Y cuando te diga que hagas presión tartas de estirar y alejar ambos lados.

Terminó de explicar observando a Hyunjin encima suyo tratando de acomodarse lo mejor que podía para esperar las órdenes.

Ambos al fin cruzaron miradas, pero antes de acercarse el uno al otro se dio la vuelta de nuevo y dió la orden, empezando asimismo a sacar una de las garras, cortando con la fuerza que le quedaba el hilo de soga que quedaba.

Estaba a punto de romperla cuando oyeron unos arbustos a su costado moverse, Hyunjin volteó curioso observando tres siluetas acercándose.

—¿Necesitan ayuda? —preguntó con sorna una de las chicas que traía consigo una navaja multiusos.