Capítul☯ 21.-

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Observó por cuarta vez aquella rosa en su mano, ¿habría valido esperar casi medio mes por ello?

Eso lo averiguaria, por lo pronto debía dedicarse a llegar hasta el bosque; en el que gracias a todos los cielos e infiernos nadie se adentraba seguido como para encontrarlos.

Sentía adrenalina en saber qué pasaría si alguien los hallara, prefería que nada de eso pasara.

Repasó asimismo el pequeño discurso en su cabeza, planeando no trabarse mucho o al menos eso pretendía.

Cada cinco pasos paraba pensando en si volver corriendo a su hogar y pretender que nada pasaba y seguir su vida tranquilo; pero de todos modos solo le faltaba unos cuantos metros para llegar.

Si cerraba sus ojos y se concentraba en su propio olor, el cual se aseguraba cada vez de dejar impregnado en el otro inconscientemente, podía saber que el tigre se encontraba por allí tal vez esperándolo.

Se decidió y caminó con paso decidido, ya era otoño y gracias a las opacas y cálidas hojas naranjas en los árboles temía que la rosa que llevaba se viera opacada.

Se detuvo junto al tronco de un árbol sintiendo muchos nervios de repente, se dió un fuerte golpe contra éste pidiéndole perdón al gran roble luego.

Casi corrió con la rosa en mano y al estar frente al otro que parecía querer decirle algo: extendió su mano con la planta naranja.

El otro la observó sin decir mucho, olisqueó un poco ésta y sonrió por el dulce aroma de las rosas, asintió tomándola a pesar de las espinas en ésta.

—Cuando quieres algo puedes llegar a ser muy testarudo y leal a tí mismo —dijo riendo.

—Es por algo que quiero, ¿no?

—Supongo que sí —suspiró viendo a un costado, allí se encontraba el típico barranco en el cual el lobo casi caía—. Tírate, si sobrevives te aceptaré.

Hyunjin primero lo vió con ironía por la severa mirada del otro, pensando en si más que eso querría deshacerse de él. Se quedaron unos segundos mirando al otro hasta que el alfa asintió dándose ganas, hizo un gesto de prepararse para correr; y cuando lo hizo, allí estando en el borde el jalón del atigrado lo hizo devolverse para atrás.

Estaba seguro de haber disfrutado cada parte de sus labios; y sin embargo cada vez que se besaban de nuevo parecía una nueva experiencia.

Con un beso esquimal y un desordenado cabello por los revoltijos que hacía la mano del contrario sobre su cabellera azabache, el momento acabó.

—Eres un demente si pensabas que hablaba en serio, ya tardaste demasiado con pintar la clorofila de ésta rosa como para morirte tirándote desde aquí —golpeó su frente lo cual hizo retroceder muy levemente al otro.

—Aún si hubiera sido así, me hubiera esforzado por sobrevivir para que me aceptaras —asiente Hyunjin mientras reía esperando pacientemente a la afirmación de su propuesta, como parecía no llegar, carraspeó un poco— entonces... ¿sí aceptas?

—Claro, sería el colmo decirte que no —encoge sus hombros pretendiendo hacer de menos ello, acto reprochado por el licántropo quien ahora solo quería una muestra de afecto.

Se la pasaron el día como siempre, con la ligera diferencia que ahora eran algo más, y esos encuentros serían distintos.

°[MrMockbap]°

—Se supone que no deberían sospechar nada —dijo Minho refiriéndose a sus dos mejores amigos, suspiró mientras seguía acariciando el pelaje del lobo el cuál lo dejaba descansar sobre él.

Cachorro - ♯݊hyunho/hyunknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora