Estrenando dormitorios / Patrulla nocturna

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-Bueno... veinte metros cuadrados no estan nada mal ¿verdad?- dijo Yei - algunas hasta tienen un balcón así, a escala reducida.

-La verdad... es que me parece un poquito agobiante... siempre he vivido en habitaciones grandes con pocos muebles- pareció lamentar Setoshi.

-Algún día tenemos que volver a quedar en tu casa, ahí si que se respira paz- dijo Tadashi que justamente pasaba por allí con la mochila sobre los hombros.

-Que ironico que lo digas tu Ojiro- dijo Setoshi entrando en su habitación.

Setoshi era muy formal y aunque estuviera con amigos o desconocidos siempre llamaba a todo el mundo por su apellido.

Tadashi se giró para mirar a Yei de forma interrogante y ella le contestó con una negación de cabeza.

Empezarón todos a llegar a sus habitaciones.
Era tarde había toque de queda, habían decidido que mañana al salir de clase harían una reunión en algún café o algo por el estilo

Sonaba bien.

A los compañeros que no conocían, a primera vista notaron:

Que la chica de ojos carmesí era la hija del tutor principal Aizawa y que no era especialmente sociable.

Que Satoru era una persona muy amable y versátil, trataba de ser agradable con todo el mundo.

Grace era una extranjera becada que se movía como pez en el agua con los idiomas (nunca mejor dicho).

El chico de la papiroflexia.

Y que Fumio era el discipulo de Mineta.

Sus padres ya les hablaron de su peculiar compañero que a la edad de 35 años seguía siendo más bajito que Chihiro.
La verdad.
No tenían especialmente ningún motivo que los impulsara a verlo.
Por lo poco que sabían era un pervertido en toda regla que trataba en cualquier modo y momento de su vida, de ver a una chica desnuda.
Y eso le daba escalofrios a todos.
De hecho nadie supo cual era la singularidad de Fumio hasta que... sucedió un desagradable incidente.

Que acabó con él en la enfermería.

Digamos, que Asa no era principalmente un objetivo con poca autoestima.

Dejó una terrible marca en forma de onda en la pared con multiples grietas cuando la golpeó al notar que alguien la estaba observando.

Aparte de ese (esperaban) irrepetible evento, toda la noche transcurrió normal.

Pero algunos, se revolvían entre las sabanas, sin poder conciliar el sueño.
Era el primer día de una larga separación con su infancia. Era tiempo de tomar responsabilidades propias dignas de un aspirante a héroe.

Se sumieron en un nervioso sueño.

Quizas por la emoción.

Quizas por otra cosa.

.

En las calles reina el silencio.

Bueno.

Moderadamente.

Algún trasnochador habrá.

Como Earaserhead.

El heroe borrador de quirks se desplaza rápidamente por el techo de los edificios dejando tras de si un repetitivo e imperceptible sonar de pisadas ligeras.

La oscuridad de la noche omnipresente ligeramente disturbada por las insignificantes luces de los carteles de anuncios y de las casas que siguen despiertas.

BNHA: Nueva GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora