14. Nerfs

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Capítulo 14.

—Y dices que no tienes un problema...

Inmediatamente le lanzó la almohada a Amelia haciendo que cayera de la cama hacia el suelo. Alice suelta tremenda carcajada mientras sigue sacando vestidos de su armario.

—Alejandro me obligó—murmuro por milésima vez.

—Sí claro... con su sonrisa torcida y esos ojos verdes, como alguien se va a negar ¿verdad?—Alice me da una mirada de "No seas idiota, sabes que tengo razón".

Malditos Avilar.

—Mira que entre tú y yo no hay mucha diferencia—le regalo una sonrisa con arrogancia.

— ¿Yo?—pregunta, haciendose la tonta.

—Alan—Amelia y yo decimos al unísono, provocando que sus mejillas se tornen en un color carmesí.

—Bueno pero no estamos hablando de mi—alegá, colocandose en el centro de la habitación con los brazos cruzados.

—Mira, yo ya admití que tengo un problema con los hermanos, no es tan difícil—digo al aire libre, una almohada choca contra mi rostro apenas terminó la frase.

—Si ya terminaron de atacarse mutuamente yo digo que empecemos a arreglarte—Amelia se pone de pie señalándome, mientras examina con la mirada los vestidos que había en la cama.

Ah sí por cierto, hoy es la boda.

Y estoy más nerviosa que un loro.

Que mal chiste.

Oh, tú cállate.

No tengo mucho que contar después de que descubrí que estos hermanos aparte de todo, tienen una banda.

Me fui después de dos canciones gracias a que Alice tuvo un ligero problema.

Gran problema, si me preguntan.

— ¿Hola?—contesto el celular, intentando no interrumpir a los chicos.

— ¡¿Dónde estás?!—mi mejor amiga exclama del otro lado de la línea.

—Yo este...

— ¡Alice James!—escucho el grito de Amelia a lo lejos.

— ¿Qué rayos Alice?

— ¡Ayudameeeeee, me va a matar!—grita y cuelga.

Solo las deje solar por una hora.

¡¿No pueden estar solas una hora?!

Los chicos terminan de tocar y ni siquiera lo noto, los veo con una sonrisa apenada.

—Me tengo que ir, Alice está en problemas—me disculpo, Alan se para de golpe de la batería.

— ¿Qué pasó?—pregunta alarmado, todos lo miramos raro.

Okay no es momento de shippear a esos dos.

—Nada serio pero me tengo que ir—digo con sinceridad. Dudo mucho que Amelia mate a Alice.

— ¿Quieres que te lleve?—Alexis me pregunta, niego ligeramente.

—No gracias, estare bien—murmuró sin saber muy bien cómo despedirme—, bueno esteeee... Agustín, nos vemos en la bod...

— ¡En las clases! Si, en las clases—me interrumpe de inmediato, un poco alarmado.

Aja...

—Si, adiós...—con mi estado de confusión, salgo de ahí.

Al final resultó que Alice había ido a visitar a Amelia, pero, derramó por accidente pudin de chocolate sobre una de sus pinturas. Logre que Amelia no matara a mi amiga pero le debe un set de pinturas nuevas.

Los A.A © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora