16. Une chanson

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Capítulo 16

A.A

¿Qué miércoles me está pasando?

Mi responsabilidad es estar aquí parado en el altar junto a los novios porque soy unos de los padrinos junto a mis hermanos, pero no puedo dejar de verla.

Nunca creí que alguna vez sintiera como si el tiempo se estuviera deteniendo, ni siquiera pongo atención a lo que dicen en la ceremonia.

Siempre es lo mismo: una larga lista de promesas que siempre se rompen con un contrato.

Mis hermanos también están dentro de sus pensamientos ya que a ninguno le interesa realmente. Juliett parece la más metida en esto.

Su semblante es delicado cuando ve a los novios intercambiar sus votos, debo parecer un auténtico idoita por no poder dejar de verla.

Es que tiene ese no se que, que me encanta.

Al parecer pasó demasiado tiempo observándola porque lo último que sé es que tengo que aplaudir porque la pareja acaba de besarse.

Veo como Juliett no lo hace, más bien lo observa todo con demasiada atención. Está de pie en su lugar mientras que esos ojos grises tratan de descifrar su entorno.

Los invitados comienzan a dirigirse hacia donde se hará la fiesta y entonces veo de reojo como Agustin se acerca hacia mí con una sonrisa.

—Oye Alexis—me llama, elevo una ceja.

—Dime.

—Adam me pidió ayudarlo a traer los instrumentos, ¿Crees que puedas hacerle compañía a Juls, mientras?—me pregunto, intento no aparentar sorpresa.

—Pero tú eres su pareja—alegó.

—Lo sé, pero creo que te gustaría... ejem—se interrumpe—, ya sabes... hablar con ella.

— ¿Por qué?

—Porque llevas viéndola desde que llegó.

Lo miro mal, él me vuelve a sonreír.

Maldigo por lo bajo y deseo tener un cigarrillo en mis manos para calmar mis nervios.

—Está ahí—Agus la señala con la mirada, la veo de reojo. Juliett le dedica una sonrisa al mesero que le brinda un cóctel. — ¡Veeeee!

Tomo aire y antes de que me arrepienta, camino hacia su dirección.

— ¡Juliett!—llamó su atención y sus ojos grises caen sobre los míos.

—Hola...—susurra.

—Hola.

Pienso demasiado en que decir y es como si las palabras se ahogaran en mi garganta. No quiero parecer un idiota así que paso mi brazo sobre sus hombros, haciéndola caminar a mi lado.

— ¿A dónde vamos?—pregunta, confundida.

—A la fiesta—le respondo tranquilamente, extrañamente, ella no se queja.

Cuando finalmente llegamos, veo en su rostro como se sorprende ante el lugar y la decoración. Para mí, no es del otro mundo, honestamente. El lugar está decorado con distintas luces y flores, varios globos están colgados del techo y las mesas están colocadas con manteles blancos alrededor de la pista de baile.

—Wow...—susurra.

—Si..., es bastante lindo—le contesto, intentando mantener el hilo de la conversación.

Veo como mis hermanos van subiendo los instrumentos al escenario y los invitados se sientan en sus respectivos lugares.

—Así que van a tocar—afirma, su mirada cae sobre mi con una sonrisa.

Los A.A © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora