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18. Non planifié

Capítulo 18

A.A

— ¿Y nuestro padre no ha hecho nada?—le pregunto a Agustín, que niega levemente con la cabeza.

—Está viendo destinos de luna de miel con Verónica—me dice—, y Alexis solo bajó hace rato y se llevó otra botella—finaliza, me es inevitable no sobarme la sien.

— ¿Y Adam?

—Está en la editorial.

— ¿Alejandro?

—No creo que esta vez su relación de gemelos ayude—murmuró mi hermano menor.

— ¿Por qué no?—pregunto, confundido.

Siempre que Alexis está mal, Alejandro va a su rescate y viceversa.

¿Por qué sería diferente?

—Porque creo que a ambos les gusta Juliett—me dice, suelto un suspiro.

—Oh no...—murmuró.

—Es una sospecha pero, no lo sé... ¿Alejandro, está listo?—me pregunta. —Ya pasaron casi tres años desde...

—Grace—lo interrumpo, terminando por él.

No puedo creer que tenga que lidiar con esto, ahora.

—Iré a ver como esta—le comentó, levantandome del taburete de la cocina y caminando escaleras arriba.

La puerta está cerrada pero no tiene seguro, entro casi enseguida. Al hacerlo, lo único que puedo escuchar es alguna clase de música electrónica de fondo.

— ¡Alexis, levántate!—exclamó irritado, prendiendo la luz y alumbrando la habitación.

Botellas de cerveza y de la colección de mi padre están en el piso y para mí no sorpresa, huele a tabaco.

—Al menos deberías abrir las ventanas si vas a fumar—murmuró, acercandome a estas y abriendolas.

Lo observo sentado en la cama, tiene su celular a un lado que es de donde proviene la música y un cigarrillo entre sus labios.

—Lárgate, Alan—Alexis susurra, dejando salir todo el humo por su boca.

—No hasta que me digas porque estas así.

—Solo lo estoy, ¿Okay?—murmura molesto, subiendo aún más el volumen de la música.

—Alexis, no soy idiota, se que estas así por Juliett—cuando menciono su nombre, me mira mal.

—Claro que no.

—Claro que si... solo piensas en porque se fue de la boda.

Lo dejo callado, porque sabe que tengo razón. Comienzo a dar pasos hacia él, quitando las botellas que hay en la cama para sentarme.

—Yo le dije que se fuera—confieso, él encarna una ceja mientras aún fuma.

— ¿Por qué lo hiciste?

—La tía Margo la comenzó a acosar...

Alexis alza la mirada y con tan solo ver su semblante se que está cabreado.

— ¿Qué le dijo esa entrometida de mierda?—me pregunta, veo sus nudillos de reojo, están blancos.

—Sabe qué bueno... nuestra madre también era francesa y todas esas locuras que nuestra familia piensa—murmuro, el solo lleva la palma de su mano a su cabello negro, jalándolo ligeramente.

Noto como sus ojos están hinchados y tiene unas ligeras ojeras.

—De seguro piensa que...

—No sabemos qué piensa, deberías hablar con ella—lo interrumpo.