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Al final de clase, yo, al igual que los demás, estábamos empapados de sudor, nos dolían varías partes del cuerpo y estábamos llenos de tierra. Volvimos al castillo para darnos un baño, para después correr como locos hacía la clase de Transformaciones.
Las clases de la profesora Mcgonagall eran siempre muy duras, pero aquel primer día resultó especialmente difícil. Teníamos que convertir un escarabajo en un botón, no lo logre a la primera...pero si a la tercera. A Ron aún le iba peor. Gracias a su varita rota, no podría hacer nada. Incapaz de hacer el trabajo, a la profesora Mcgonagall no le hizo mucha gracia.
Me sentí aliviada al oír la campana de la comida y todos huímos...literalmente.
Nos encontrábamos en el Gran Comedor mientras comíamos y hacíamos la tarea, Ron estaba pegando con cinta adhesiva su varita.
-Dilo, estoy muerto.-Le pregunto Ron a mi hermano.
-Estás muerto.-Le respondió Harry.
-Hola Harry, Hola Hilary.-Nos dijo un niño rubio con una cámara mientras nos tomaba una foto a cada quien, dejándonos aturdidos por el flash.-Soy Colín Creevey soy Gryffindor.
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-Colín mucho gusto.- Lo saludamos forzosamente y por parte de Hermione recibí un codazo.
-Oigan, creen que su amigo quiera tomarnos una fotografía a los tres juntos.-Dijo Colín emocionado señalando a Ron quien nos sonrió forzosamente, yo lentamente negué con la cabeza y le hacía señas a mi amigo pelirrojo.-Ya saben para que me crean, es para papá es un panadero, un muggle como toda mi familia menos yo. Nadie sabía que podría hacer magia hasta que me recibieron en Hogwarts, creían que era un demente.-Nos explicó sin pedírselo Colín muy emocionado.
