『Narrador Omniscente』
El sol había vuelto a brillar débilmente sobre Hogwarts, Hermione salió de la enfermería, sin bigotes, sin cola y sin pelaje, a comienzos de febrero. Dentro del castillo, la gente parecía más optimista. No había vuelto a haber ataques después del cometido contra Justin y Nick Casi Decapitado, y Madame Promfrey le encantó anunciar que las mandrágoras se estaban volviendo taciturnas y reservadas, lo que quería decir que rápidamente dejarían atrás la infancia. Una tarde, Harry y Hilary oyeron que Madame Promfrey decía a Flich amablemente:
-Cuando se les haya ido el acné, estarán listas para volver a ser trasplantadas. Y entonces, las cortaremos y las coceremos inmediatamente. Dentro de poco tendrá a la Señora Norris con usted otra vez.
Harry y Hilary pensaban que tal vez el heredero de Slytherin se había acobardado. Cada vez debía resultar más riesgoso abrir la Cámara de los Secretos, con el colegio tan alerta y todo el mundo tan receloso. Tal vez el monstruo, fuera lo que fuera, se disponía a hibernar durante otros cincuenta años. Ernie Macmillan, de Hufflepuff, no era tan optimista. Seguía convencido de que Harry y Hilary eran los culpables y que se habían delatado en el Club de Duelo.
Gilderoy Lockhart estaba convencido de que era él quien había puesto freno a los ataques. Harry y Hilary le oyeron exponerlo así ante la profesora Mcgonagall mientras los de Gryffindor marchaban en hilera hacia la clase de Transformaciones.
-No creo que volvamos a tener problemas, Minerva.-Empezó a decir Lockhart, guiñando un ojo y dándose golpecitos en la nariz con el dedo, con aire de experto.-Creo que esta vez la Cámara ha quedado bien cerrada. Los culpables se han dado cuenta de que en cualquier momento yo podría agarrarlos y han sido lo bastante sensatos para detenerse ahora, antes de que cayera sobre ellos...Lo que ahora necesita el colegio es una inyección de moral, ¡para barrer los recuerdos del trimestre pasado! No te digo nada más, pero creo que sé qué es exactamente lo que...
De nuevo se tocó la nariz en prueba de su buen olfato y se alejó con paso decidido.
A la mañana del 14 de Febrero Hilary despertó con un buen humor, mientras se peinaba recordó la fecha que era y lo que se festejaba en el mundo muggle. Hilary tenía un dilema en su corazón pues estaba el pelinegro y sus ojos esmeraldas los cuales le transmitían paz, y el platinado con sus ojos grises que con solo una mirada se olvidaba de todo a su alrededor. Hilary y Hermione decidieron usar cada una un listón de color rojo representando la festividad del día, ambas se dirigían al Gran Comedor junto con Harry y Ron. El primero cansado por los entrenamientos del Quidditch y el último discutiendo con la pelirroja sobre un partido de ajedrez de la noche anterior, al llegar al Gran Comedor los cuatro se quedaron con las bocas abiertas al ver el aspecto de este, por un momento pensaron que se habían equivocado de puerta.
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𝕳ilary 𝕻otter 𝖄 𝕷a 𝕮àmara 𝕾ecreta
Fanfiction"𝑸𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒉𝒖𝒃𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒏𝒔𝒂𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒂𝒗𝒆𝒏𝒕𝒖𝒓𝒂, 𝒆𝒎𝒑𝒆𝒛𝒐́ 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏 𝒆𝒍𝒇𝒐 𝒅𝒐𝒎𝒆́𝒔𝒕𝒊𝒄𝒐 𝒆𝒏 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏"-Hɪʟᴀʀʏ Pᴏᴛᴛᴇʀ 𝕰l año pasado Harry y Hilary Potter se enteraron q...