Prohibido Enamorarse de Dulce ©

Capítulo 33 | Maldito Karma

Dulce

Me sentía culpable pero a la vez también sentía enojo. Yo había actuado de una forma muy tonta por unas fotos que no tenían nada en especial pero ella, se había sobrepasado al querer exagerar las cosas, jamás fue mi intención lastimarla, no tenía malas intenciones al menos no como ella.

— ¿Hija? — papá se levantó del sofá donde al parecer se había quedado dormido y había sido despertado por mi portazo. — ¿Estás bien? ¿Pasó algo?

Lo mire sintiéndome impotente mientras las lágrimas comenzaron a bajar sin aviso.

— Pa...— susurré apenas.

— Hija.

Él no dudo en acercarse, sabía que algo pasaba conmigo después de todo para bien o para mal yo era muy expresiva, mis gestos y acciones podían decir lo que mis mentiras trataban de ocultar. Papá podía leerme.

— Papá...— me acerque y lo abrace— Lo malogre todo.

— ¿A qué te refieres? ¿Qué fue lo que pasó?

Después de que papá me hiciera sentar en uno de los sofás, decidí contarle todo, con todo y detalles, mi situación y relación tanto pasada como actual que tenía con Ellie, los problemas provocados y las intenciones que ella parecía tener conmigo.

— Pero, Dulce — sobó mi cabeza mientras negaba suavemente con la cabeza. — No debiste mentir, si sabias que no hacías nada malo, no tenías por qué alterarte.

— Lo sé. — admití sintiéndome culpable. — Sé que no debí alterarme por aquello pero algo muy en el fondo me hizo temer, temía que Damon se molestara o malpensara, no quería perderlo.

— Pero hija acaso ¿Damon te demostró eso? ¿Demostró ser una persona poco paciente que piensa o asume a su propio criterio o busca lo malo de todo?

Tomé una bocanada de aire para volver a hablar.

En realidad, Damon me había demostrado todo lo contrario, era una persona muy paciente al menos cuando se trataba de mí, después de haber hecho tantas tonterías él se había quedado entonces ¿A que realmente le temía?

Creo que era volver a la soledad.

Siempre fui la chica que creía que por una acción equivocada que tomaba, la gente se iría así que trataba de no molestar ni provocando daños, me mantenía al margen porque creí que si hacia algo en lo más mínimo, la gente se iría.

Creo que pasaría lo mismo con Damon aunque él no fuera así, me había equivocado.

— Damon no es problema, papá, soy yo.

— Cariño, se supone que la base de una relación es la confianza.

— Pensé que las malinterpretaría pero ahora que lo pienso, él no se dejaría llevar por unas simples fotos, me he equivocado papá.

— Está bien hija, lo bueno es que lo reconoces pero siempre ten en cuenta que cuando uno es sabio no solo analiza la parte buena sino también la mala y así viceversa, él es una persona inteligente.

— Lo sé y lo peor es que ahora su familia no me quiere ver...— agarre mi cabeza con frustración.

— En ese caso deberías desenmascarar a Ellie.

Lo mire atenta ¿Qué había dicho?

— Lo más importante es cuidar tu reputación, no agaches la cabeza ante nadie hija, jamás lo hagas.

— ¿Papá tú si me crees?

— Eres mi hija, te conozco y sé que eres impulsiva pero también sé que algo no me cuadra respecto a Ellie. Solo espero que no levante una denuncia...— se puso pensativo — Aunque no sería imposible ganar, tenemos muchos testigos de su mala conducta, en fin, no te metas en más problemas, Dulce.