Capítulo 15 | Coincidencias

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Dulce

Miedo, esa única palabra definía como me sentía a la perfección.

Minutos después de que huimos de casa llamé a luna confirmándole mi fuga para que me diera la dirección. Estaba tan nerviosa que mis manos comenzaron a sudar, demonios, había sido una mala idea robarle el auto a Damon.

No podía provocar a un demonio y no esperar consecuencias además de que no era cualquier demonio, hablaba de ese demonio.

—Definitivamente ha sido una mala idea —negó con la cabeza mi primo.

Podía apostar a que estaba igual o más nervioso que yo. Darren si era una persona de esas que tenía conciencia y les atormentaba cuando hacía algo malo, incluso si robaba un caramelo.

—No...—Sonreí nerviosa —No lo sé, probablemente nos mate pero bueno, somos adolescentes, los adultos siempre se justifican en eso para minimizar nuestros problemas, deberíamos hacer lo mismo.

—Estás loca —me acusó— Y el también pero esta vez no me refiero a Damon —hizo un silencio para alzar las manos con dramatismo — ¡TU PADRE! Él nos encerrará de por vida.

—No exageres.

—Eso dirás cuando te vaya a visitar a tu torre, rapuncel.

Me acerque y le di un zape para quitarle su miedo, creo.

— ¡Cállate! —Reí —No nos atraparan, llegaremos antes de que papá llegue y Damon, él no le llamará y no dirá nada, eso lo arreglara con nosotros ¿Qué porque estoy tan segura? pues como él lo dijo, ya involucró su nombre, quedaría mal la estrella de Hollywood si papá se entera que nos escapamos.

—Por esa parte tienes razón pero no olvides que Damon puede ser impredecible...—suspiró rendido — ¿Cuánto falta para llegar?

—En realidad ya llegamos.

Hoy debía ser la mejor noche de nuestras vidas, luego nos encargaríamos de las consecuencias.

Así que sintiéndome mucho más tranquila, aparqué en un estacionamiento y caminamos hacia el club con total normalidad, además de que acabábamos de dormir a alguien, nadie debía saber que éramos menores de edad.

Al ir acercarnos al gran establecimiento pude notar que se hacía mucho más grande, para ser un club nocturno era muy grande. La parte delantera donde se supone que era la entrada no podía ser más llamativa teniendo unas grandes letras color dorado que iban iluminadas.

Y por la gente que se amontonaba fuera del lugar, haciendo grandes colas con unos vestidos extravagantes y caros lujosos aparcados en su estacionamiento privado podía deducir que era un lugar muy prestigioso, influyente y para gente con dinero, dios, los dueños de este lugar no podían ser más que unos ricos que querían serlo aún más.

Estuvimos en la cola por varios minutos, la gente iba entrando e incluso algunos se quedaban en otra cola esperando a ser reconsiderados, lo que me decía que no cualquiera entraba. Cuando llegó nuestro turno, por fin, sacamos las identificaciones falsas que nos había mandado luna mucho antes, gracias a Darren que no las había dejado olvidadas.

Cuando ingresamos lo primero que sentimos fueron las luces brillantes de colores viajar por todos lados, entonces pude entender todo, este no era un lugar cualquiera, resalta la elegancia aun siendo un club nocturno, a los alrededores habían mesas oscuras bajas con sus respectivos sofás frente a frente, por otro extremo se encontraba la zona de la barra donde se ubicaba a la ves un gran bar iluminado, además de que justo en el medio se encontraba la exclusiva zona para bailar, era lo suficientemente amplio y ya había gente bailando. Personas vanidosas que no dejaban de presumir sus caros relojes y sus sonrisas con miradas indiferentes.

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora