El alma es la esencia inmaterial que nos define como personas, es nuestro ser más íntimo, lo que somos. Las almas gemelas indican que esta esencia que se encuentra dentro de nosotros nace incompleta y la única forma de completarla es encontrando la...
Miya y Tadashi, nadie creía la relación que tenían esos dos.
Tadashi era el hermano mayor de Miya.
Era una información difícil de creer pero era la verdad.
Los hechos de la juventud de Tadashi vieron obligado a Miya a competir para Adam.
Desde hace un año trabajaba para el, el menor lo odiaba con toda su alma, pero no podía hacer nada al respecto.
—Miya, habla con Adam—hablo Tadashi viéndolo desde el retrovisor.
—No—respondió el. Su hermano lo obligaba a hablar con Adam, sobre cualquier cosa, Miya se sentía muy presionado, no sabía como su hermano quería que se llevara bien con Adam cuando prácticamente lo obligaban a estar y hablar con el, asi nunca funcionaría.
—Habla con el!—grito detendiendo el auto.
—No hablare si no quiero! Entiéndeme por un segundo, Odio vivir asi, dependiendo de alguien a quién no le importamos nada, desearía no haber nacido, nunca te hubiera causado estos problemas—solto enfadado, miro a Adam, quién no parecía importarle la situación, como siempre.
—Miya, cuando seas mayor entenderás todo esto, y ahí serás mi enamorado!—el peliazul recalco lo último.
—Das asco maldito enfermo—le grito el ojiverde, miro a su hermano y bajo rápidamente del auto.
—Oye!—hablo el mayor bajándose.
—Déjalo ir, sabes que volverá.
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Miya se encontraba en el cuarto de Kazumi, el había hablado con ella sobre todo lo que había sucedido ya que ella había visto como Miya se bajaba del auto enfadado, para la suerte de los dos, Reki y Langa se habían ido, Hablaron con ___ un segundo y luego se fueron, por lo que ella quedo sola esperando alguna obra del destino que le favorezca, lo normal.
—Si que te revelaste frente a tu hermano y ese pervertido no?—ella se sento a su lado.
—Si—se dio cuenta de lo que había echo.
—Después de todo...el destino nos quiere juntos—susurro lo más bajo posible.
Miya alcanzó a oírlo y sonrió.
—Ahora mismo eres la única que sabe escucharme y aconsejarme bien, nunca te vayas porfavor—la abrazo repentinamente.
—Te prometo que estaré contigo siempre, puedes llamarme a la hora que sea y contarme tus problemas y como te sientes, siempre te escucharé.
Alguien toco la puerta del cuarto, haciendo que los dos se separarán.
Nadie sabía que Miya estaba allí.
—___?—Era Reki—Entrare!
Miya se escondió detrás de la puerta lo más rápido que pudo.
La chica se acosto en su cama tratando de disimular.
