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Tengo pensado seguir con mis estudios de leyes, no de manera oficial, sino consiguiendo libros del tema. Recuerdo que saber de ello me gustaba, era interesante conocer cómo se regía el mundo por simples letras.

Acabo de mandar a mis lacayos por todos los libros referentes al tema. El tiempo pasa demasiado lento en esta mansión, no tengo mucho que hacer: los libros que me interesaban ya los terminé, los discos que había ya los escuché, conozco esta residencia como la palma de mi mano, incluso me he adentrado a los videojuegos aunque odio perder.

La vida acá es aburrida. Si el sol no fuera mi enemigo, no la pasaría encerrado, me gustaría salir y conocer los lugares de la ciudad, de seguro se verían mejor de día.

A veces quisiera sentir el calor del sol sobre mi piel, ni siquiera recuerdo cómo era la sensación que me provocaba, aunque tal vez nunca le di importancia a algo tan simple. Lo que sí recuerdo un poco es la adrenalina de los deportes, los cuales solía practicarlos al aire libre... Eran buenos tiempos si quitamos el odio a Jojo, disfruté mi corta vida humana en la casa de los Joestar porque viví un poco gracias al apoyo de George y la muerte de mi padre.

En fin, por hoy no tengo ganas de explayarme ni rememorar mi pasado. La nostalgia por cosas estúpidas me ha invadido de una manera vergonzosa, no quiero que se deje ver en este escrito.

Me quejaba del sentimentalismo de los humanos y voy por el mismo camino. Qué asco.

Diario de DIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora