Diario de DIO

~23~

Esta noche ha sido extraña, The World se la ha pasado siguiéndome, no quiere volver a mí. Es de buena ayuda, aunque sus acciones son extrañas.

En este momento escribo bajo la luna llena, The World está acostado a mi lado mirando atentamente las estrellas; creo que le gustan.

En estos días he visto que es distinto a mí, confirmando que sí, tiene personalidad. No sé cómo puede ser posible, pero debo admitir que me gusta que la tenga, así no me siento tan solo.

Creo que le gusta escucharme. He platicado un poco con él y cada vez que lo hago me observa con atención.

Por una parte quiero pensar que él reacciona así por mi necesidad de encontrar un amigo, pero por otro lado me es imposible porque no controlo ninguna de sus acciones.

Las reglas de stand me hacen dudar, ¿The World podría ser la excepción? Romper pautas tan estrictas como esas, ¿es posible?

Mi stand es diferente, puedo sentirlo.

The World tiene algo que en veces me hace olvidar que sólo es un stand. ¿Debería dejarle en claro que se comporte como tal? No quiero... Me gusta su presencia a mi lado, me gusta que me ayude a buscar libros, ¿debería parar eso? No creo que sea para tanto.