Paso toda una semana desde que se libero de los villanos, todo seguía igual. Nadie parecía notarlo, nadie pregunto si estaba herido, fue ignorado como siempre.
Durante esta semana sus notas bajaron, el producto que había vendido tuvo problemas y ahora tenia que arreglar todo o dar un reembolso.
Kuroo seguía enojado con el porque anteriormente se quedo toda la semana fuera de casa, no escucho excusas.
Su padre estaba preocupado por el así que viajo de regreso, ahora se estaba quedando en su otra casa, no podían acercarse porque toda la prensa lo seguía día y noche.
«Una semana de mierda»
El día de clases termino, el cielo oscuro y esas nubes espesas significaban que llovería, el no trajo un paraguas.
Ya no le importaba.
Agarro su mochila y salio antes que cualquiera, todos vieron su espalda alejarse de la puerta cada vez más, más y más hasta desaparecer.
Camino por las veredas llenas de gente que salia del trabajo y se apuraba a llegar a casa, muchos pasaban corriendo empujándolo en el camino.
Siguió caminando como si no hubiera pasado nada, cuando llego a casa todo empapado se armo un alboroto, entro a su cuarto con un portazo al final, tiro su mochila a un lado y luego se quito toda la ropa mojada.
Ya no podía soportar los gritos que daba el minino así que salio lo mas pronto posible, ahora vestido con un pantalón, una capucha y su infaltable mascara.
Cuando salio del apartamento toda la calle estaba vacía, se sintió bien. Aun llovía pero eso lo mantenía tranquilo, sus pies lo llevaron a aquel hospital en donde se convirtió en el ángel de un niño.
«Tal vez podría visitarlo...»
No había nadie en recepción por lo que paso directo a la habitación del pequeño, el niño lo reconoció a pesar de que su cabello era distinto seguía siendo el, escondió la mascara en el bolsillo y se acerco.
Cuando estuvo dentro vio a dos adultos al lado del niño, parecían aliviados.
— Angel ellos son mis nuevos padres y prometieron cuidarme mucho, la enfermera dijo que ya estoy sano y puedo ir a casa con ellos. No estaré solo, tengo una familia.
Arata sonrió pero sus ojos se veían un poco tristes, ya no era necesario. Le dio un abrazo al pequeño y salio de ese hospital.
Fuera de las instalaciones blancas se permitió soltar lágrimas, no sabia porque se sentía tan mal pero aun así sonrió.
«Solo debo sonreír, un poco más...»
El cielo estaba oscuro y las calles estaban inundadas de agua, la lluvia no cesaba. Camino hasta una tienda y vio a un grupo de amigos pasándola bien, jugando y riendo, sintió celos.
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ARATA || BNHA (EDICIÓN)
Fanfiction(EDICIÓN) Mi meta es ser más que un héroe, quiero demostrar que no todo esta perdido. Hacer el bien sin importar en que me conviertan.