Capítulo 23

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Narra Hope

Desperté con el sonido del mar golpeando las piedras que se encontraban en la orilla de la costa, me di cuenta que las cortinas blancas estaban dejando entrar los rayos del sol, trate de levantarme y fu entonces cuando me di cuenta que lo de anoche no había sido un sueño. Había hecho el amor con Josie en una casa hermosa que se encontraba a orillas del mar.

Me quede acostada durante unos minutos disfrutando del perfecto cuerpo de Jo, aunque nos habíamos cubierto con algunas sabanas que encontré no servían de mucho que digamos. Josie tenía una pie morenal natural, cero bronceado. También tenía algunos lunares que se encontraban en diferentes lugares de su espalda, deje un pequeño beso en esta y me levante. Busque hasta que por fin la encontré, me la coloque junto con mi polera y camine hasta la terraza ¿La vista? La vista era hermosa, era increíble... el paisaje era salido como de un cuento de hadas, podías ver todo el océano y a los costados se divisaban dos bosques gigantes con enormes árboles. Por un momento me pregunte si a Josie le gustaría vivir acá, hacer nuestra vida en este lugar y sonreí al imaginarme despertar a su lado todas las mañanas, que nuestra alarma sea el sonido de las olas romper contra las piedras, tomar desayuno mirando este hermoso paisaje y de ahí salir las dos a trabajar en lo que más nos gusta. También tuve tiempo para ponerme en diferentes posiciones de la vida, me vi con mis hijos, en cenas enormes, cumpliendo cada uno de mis sueños pero lo que más me sorprendía era que en todos esos sueños estaba Josie ¿Qué me había hecho esa chica?

Me senté en una de las sillas de la terraza a ver como algunas personas hacían ejercicios, como algunas chicas corrían para zambullirse al agua, los ancianos que salían a sacar a pasear a sus perros y se sentaban a mirar como los jóvenes jugaban diferentes deportes en la arena ¿Llegaría con Josie a esa edad? ¿Haríamos los mimos que ellos? Solo sonreí.

Mientras seguía mirando a las personas que estaban en la playa sentí como unos brazos rodeaban mi cuerpo, sentí su olor... ese olor que tanto la caracterizaba y sonreí – Buenos días hermosa – susurro en mi oído y voltee hacia ella.

- Buenos días – dije mirándola y me di cuenta de que habían marcas en su cuerpo. Tenía algunos moretones en su cuello y en sus brazos – creo que a tu padre no le gustara para nada esas marcas – ella solo sonrió.

- ¿Por qué no me despertaste cuando te levantaste?

- Te note algo cansada y creo que si no te despertaste con mis besos en la espalda no te despertabas con nadie – ella me regalo la sonrisa más hermosa de todas.

- Te hice café – me paso una taza – pensé que sería buena idea.

- Claro que lo es – tome la taza – café, con esta vista y contigo – ella volvió a sonreí - ¿Cómo lo pasaste anoche?

- ¿A qué te refieres con esa pregunta?

- ¿A que si lo pasaste bien? ¿Te sentiste cómoda? ¿Te dolió? – ella bebió de su taza de café y la dejo sobre la mesa.

- Lo pase increíble – dijo acercándose hacia mí con una polera que no sé dónde había sacado pero la tapaba hasta sus rodillas – me hiciste sentir completamente cómoda en muchos momentos, me dejaste ser yo entre tus brazos – beso mis labios rápidamente – y no, no me dolió – sonreí.

- Estaba pensando en – como estaba sentada en una de las sillas atraje a Josie hacia mi cuerpo y la abrace por las caderas – en bajar e ir al mar – ella sonrió - ¿Te parece buena idea?

- Es una increíble idea pero antes – las manos de Jo se fueron hacia los costados de mi cara y beso mis labios, al principio no hubo movimiento solo era roce de labios y nadie me podía sacar la sonrisa de mis rostro. Con el pasar del tiempo los besos se volvieron más profundos y llenos de pasión, nuestras lenguas se juntaban y sentía que mi corazón latía cada más fuerte, que la sangre corría por todo mi cuerpo velozmente y que mi cerebro ya no estaba pensando correctamente. Josie bajo sus manos hasta las mías y las acerco a la parte trasera de su muslo y las comenzó a subir lentamente hasta llegar a su trasero y para mi sorpresa mi princesa no llevaba ropa interior. Dejo que mis manos acariciaran su trasero y comenzó a moverse lentamente sobre una de mis piernas – no muevas tus manos – dijo en mis labios, abrí los ojos para mirarla – yo me encargo de tus manos – succiono mi labio inferior, me estaba volviendo loca y recién eran las 10:30 de la mañana... Josie tomo solo una de mis manos y las llevo desde su trasero a su sexo, en ese momento todo mi mundo se detuvo, abrí mis ojos y ella me estaba mirando - ¿Crees que la idea de ir a la playa puede esperar una hora? – tenía una estúpida sonrisa de haberse salido con la suya nuevamente.

Amor entre libros (Hosie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora