Capítulo 1

3.1K 177 14
                                    

Narra Josie

Era mi segundo año en la carrera de literatura y no podía explicar con palabras todo lo que estaba sintiendo. Era una mezcla de sentimientos encontrados, tenía tantas cosas en mi cabeza que lo que se suponía tenía que ser un increíble año ya había empezado mal.

-Entonces Jo ¿Qué hiciste en tus vacaciones? - me preguntó Kaleb.

-Nada fuera de lo normal - seguí caminando - nada fuera de lo común.

-O sea que irte de vacaciones a Hawái con tu novio no es nada fuera de lo común - sentí como unos brazos me rodeaban por completo, sonreí al sentir su perfume - eres una habladora chiquitita - me voltee para quedar frente a él - Hola - me sonrió, tenía una sonrisa perfecta.

-No lo dije por ti tontito - agarré los costados de su cara y lo besé lentamente.

-Dejen de derramar dulce - nos gritó Mg - llegaremos tarde Jo y es nuestra primera clase.

-Eres un agua fiesta Milton, deja que se sigan besando - había llegado Penélope de la mano con Maya - me encanta la pareja que hacen - sonreí. -Nos vemos en el almuerzo ¿te parece?

-Siempre creí que Josie sería lesbiana - no podía faltar el comentario fuera de lugar de Maya - pero Mg tiene razón llegaremos todos tarde.

-Me tengo que ir - dije mirando a Landon - y tú también, tu clase ya debe estar empezando - él se acercó y besó mi mejilla derecha.

-Nos vemos en el almuerzo ¿te parece?

-Me parece - nos despedimos con un dulce beso en los labios y seguimos cada cual su camino. Landon estudiaba Preparador Físico y yo Literatura, éramos completamente diferentes, nos movían diferentes cosas. Podría pasarme fin de semanas enteros leyendo libros y él fin de semanas enteros mirándose en un espejo y colocándole nombres a sus músculos, pero como pareja no tenía nada que decir, llevábamos un año y cuando empezamos ni yo podía creer que estaba con un chico como él.

Llegamos al salón y nada, nada nuevo. Eran exactamente las mismas caras que veía hace un año y bueno... desde hace un año estoy esperando que algo realmente bueno pase en mi vida, algo que me llene por dentro, me hiciera sentir viva. Tenía a Landon, pero había cosas que nadie sabía, ni siquiera él... cosas que estaban escritas en un diario que nadie sabe.

Los dos bloques seguidos pasaron volando, la clase estuvo excelente y por un momento me hizo recordar cuanto amaba mi carrera y porqué la había elegido. El profesor me dijo que le daba gusto volver a verme y que esperaba que este año fuera igual de increíble que el anterior... si como no, increíble.

- ¿Qué harás ahora? - me preguntó Penélope.

- No sé - dije mirando hacia delante, había muchos chicos y chicas nuevas, pero nada interesante - creo que me iré a leer por ahí - dije mirándola.

- A ti algo te pasa - la mire - desde que llegaste andas rara, no eres la misma del año pasado.

- Creo que estás paranoica - seguí caminando, pero Penélope agarró mi brazo e hizo que volteara a mirarla.

- Soy tu mejor amiga, te conozco desde los 8, ¿crees que no sé qué te pasa algo? Si es por Landon dime, enserio... estas tu primero que nadie.

- No... - dije casi gritando - solo estoy cansada, no pasa nada - me acerqué a ella - gracias por preocuparte, pero creo que es mejor que vayas con Maya - Penélope miró hacia atrás y Maya la estaba esperando en la puerta de la sala - diles a los otros que los veré en el almuerzo.

Caminé hacía los alrededores de la universidad buscando mi lugar favorito de todo el campus, lugar que nadie sabía que me gustaba, ni siquiera Landon... Kaleb una vez me vio acá, pero creo que le importó poco. Cuando llegué me di cuenta de que seguía tal cual lo recordaba, no se escuchaba ni un ruido excepto por los cantos de algunos pájaros que andaban por ahí. Me senté bajo la sombra de un gran árbol, podía escuchar como sus hojas sonaban y chocaban las unas con las otras. Cerré los ojos y lentamente me fui tendiendo en el césped, mis manos acariciaron esté y apreté la hierba entre mis dedos, deje que por fosas nasales entrara aire puro y sonreí una leve brisa sobre mi rostro - como extrañaba esto - susurré y entonces sentí como una gota cayó sobre mi frente, abrí los ojos lentamente y de repente todo el cielo se nublo y comenzó a llover. Era lo único malo de Miami, su maldito tiempo impredecible.

Amor entre libros (Hosie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora