La Leyenda de Lea II : El Renacimiento

4. Las Trifuerzas se reúnen de nuevo...sin razón alguna

-¿¡Qué dices!? ¿La princesa Zelda murió? ¿Porqué?

-Ya te lo dije, estoy seguro que alguien la asesinó. El simple hecho de que hayas llegado hasta aquí lo confirma.

Lea sabía que las Trifuerzas estaban conectadas la una a la otra y que generalmente cuando había algún problema, estas tendían a reunir a sus portadores en el mismo lugar.

Inconscientemente Lea miró el dorso de su mano y descubrió que ésta emitía un tenue resplandor como hace varios años no lo hacía: algo -más bien alguien- la llamaba a reunirse con sus iguales. Siendo así...alguna de sus dos partes se encontraba muy cerca, el portador de la Trifuerza de la Sabiduría, o bien, en su defecto, la del poder...

Sin embargo, esto no tenía ningún sentido ya que en su última batalla contra Ganondorf, Lea había derrotado y expulsado al mal con ayuda de Zelda, la cual ahora ya no se encontraba.

-¡La Trifuerza del coraje está brillando!.-exclamó Seth.

Ambos se pararon inmediatamente y salieron de la habitación mirando hacia todas partes del ancho pasillo oscuro de la casa de Seth, pero nada, sólo oscuridad. Lea y Seth regresaron a la habitación confundidos y asustados.

-Comprendo que las cosas no andan bien por aquí. Creo que necesitaré tu ayuda para empezar a hacer un plan, Seth.- dijo Lea firmemente cruzando los brazos.

Seth la miraba con la misma admiración de quien mira a un superhéroe. Por un momento, Lea vió un brillo en los pequeños y vivaces ojos azules del niño.

-¡Cuenta conmigo!.- afirmó Seth poniéndose también de pie, emocionado.

Lea tomó el reloj que había encontrado al entrar a aquella extraña dimensión, lo lanzó al aire, pero éste se estrelló en el suelo revelando otro compartimiento.

-Lo sabía.-dijo Lea.-¡Una brújula!

-No, no es una brújula....- negó Seth recogiéndo el objeto y mostrándoselo de nuevo a ella para que lo viera mejor.- ¡Mira el símbolo que tiene! ¡Es el símbolo del Crepúsculo!

Por detrás del reloj, en el nuevo compartimiento que se había abierto, estaba encerrada una pequeña flecha hecha de humo que apuntaba hacia el norte. Atrás de la flecha; el espejo del Crepúsculo, un intrincada figura compuesta de círculos concéntricos blanca con fondo negro.

-El primer paso, es encontrar al propietario de este reloj, tal vez la dirección a la que apunta este flecha pueda darnos una pista de hacia dónde debemos dirigirnos. Pero primero, necesitamos saber todo lo que podamos a cerca de dónde viene.

-¡Lahvraz!.- exclamó Seth.

-¿Qué?

-La anciana Lahvraz nos dirá...

-¿Quién es?

-¡Ah! es una anciana Gerudo que vive en nuestra isla...solía trabajar para Ganondorf...

-¿¡Cómo dices!?

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