Lea y Seth caminaron sin un rumbo fijo por varias horas alrededor de la plaza de la villa. Confundidos, desesperados y hasta asustados, no habían podido obtener casi nada de información al visitar a la anciana Gerudo. Ella tenía razón, lo que les dijo no fue de ayuda, sólo les hizo sentir la verdadera gravedad del asunto.
-Espero que nadie nos pregunte nada a cerca de la anciana-dijo Seth sonriendo con amargura-no sabría cómo explicarlo.
-No te preocupes más por eso, ahora tenemos una prioridad, debemos encontrar a alguien que tenga una conexión con este objeto.-Lea sacó el reloj del bolsillo de su saco mostrándoselo.
-¿Cómo?¿Estás más preocupada por eso que por encontrar al que asesinó a Zelda?-preguntó Seth muy sorprendido.
-Oíste a la anciana, si no lo hacemos algo malo pasará, además, si es verdad lo que dices, ya no podemos hacer nada por ella ¡ahora tenemos un reino entero que salvar!
Seth no daba crédito a las palabras de Lea. Por un momento la admiración que se reflejaba en sus ojos se apagó y fue sustituída por enojo.
-¿Estás consciente de que aquel hombre fue capaz de matar a la portadora de la Trifuerza de la Sabiduría y está suelto por ahí?-preguntó Seth poniéndosele a Lea enfrente para bloquearle el paso.
Pero ella lo miró con calma, suspiró y respondió:
-Lo sé.
-¿Entonces? ¿No te parece que lo más lógico es ir a buscarlo y acabar con él?
-Entiéndeme por favor Seth-Lea se arrodilló para quedar a la altura del chico y puso su mano en su hombro-Esto no quiere decir que me haya olvidado de ella, pero este objeto es una bomba de tiempo y miles de vidas están en juego. Estoy segura de que Zelda pensaría lo mismo que yo, su pueblo y su gente le importaban más.
Seth desvió la mirada hacia otro lado con molestia.
-No puedo creer lo fácil que te olvidas de la persona que te dió un destino.-el niño dió un paso atrás apartándose de Lea.-Muy bien, haz lo que te parezca mejor pero a partir de aquí nuestros caminos se separan. Buena suerte..."heroína".
Lea vió como Seth se daba la media vuelta decepcionado hacia el lado contrario. Por primera vez se sintió verdaderamente sola.
Tomó el reloj en ambas manos y después de mirarlo detenidamente siguió la dirección que la flecha apuntaba, se sorprendió al ver el camino que éste le reveló: el mercado del pueblo.
No tardó mucho en comprender el mensaje que el reloj trataba de transmitir. Al adentrarse en aquel espacio, vió cómo la gente se acercaba a los vendedores no sólo para vender, sino para informarse de aquello que pretendían ofrecer.
No habían pasado ni 5 minutos de recorrido por el mercado cuando Lea oyó una voz que la llamaba:
-¿Es a caso el símbolo del Crepúsculo lo que traes ahí?-preguntó una mujer comerciante. Al acercase, no podía ver su cara porque la tapaba un velo naranja, pero por su voz podía calcularle entre unos 40 o 50 años de edad.
-¿Usted podría decírme de dónde proviene este reloj?-preguntó Lea mostrándole el objeto.
-Eso depende...tal vez podría sólo si me lo acercas más...a ver...-Lea no quería soltárle la reliquia, pero la mujer no hablaba forzándole a dárselo.
-Por favor...con cuidado-Lea no le quitaba los ojos de encima mientras la mujer examinaba el artículo. Le daba vueltas y abría sus compartimientos con gran dominio como si ya lo conociera en su totalidad.
-Veo que este reloj es más antiguo que esta isla...definitivamente su valor es incalculable...pero tiene un oscuro secreto.
-¿Cuál es?
-Si quieres saberlo deberás pagarme 50 rupias-sentenció la mujer.
Lea se sintió en verdaderos aprietos cuando urgó en el bolsillo de su saco para ver que el dinero con el que contaba no sólo no tenia un valor real en aquel lugar, sino que tampoco en el suyo.
-Sólo tengo esto.-mostró Lea colocando todo el dinero que tenía en la mesa.
-¿Qué es eso? ¡Esto no me sirve! ¿Es lo único que tienes?
-Sí, lo siento...
-¡Niña Tonta! ¡Ya te dije demasiado y tendrás que pagarme con algo!-dicho esto, aquella mujer guardó el reloj en su bolsillo y se dió la media vuelta.
-¡Oiga! ¡Devuélvamelo! ¡Eso es mío!- exclamó Lea tratando de tomar por detrás las ropas de aquella mujer, pero esta se soltó con facilidad y desapareció tras las cortinas detrás de la mesa. Un minuto después, una ráfaga de polvo se levantó del suelo y Lea oyó el relincho de un caballo. La mujer escapaba con esa bomba de tiempo en sus manos ¡tenía que alcanzarla!
Lea vió a su alrededor y divisó el puesto de un mercader de caballos y cómo pudo (o más bien dicho, lo mejor que pudo recordar) subió a uno color blanco y emprendió la marcha dejando detrás al frenético mercader que le gritaba varias palabras que seguro no querrás escuchar.
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Muchas gracias y un beso zeldero!
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La Leyenda de Lea II : El Renacimiento
FanfictionLea salvó a Hyrule a los 17 años...espera...qué? es que no fue el héroe del tiempo Link? Esta historia trata a cerca de esta heroína que rebasa las barreras de la imaginación para convertirse en una guerrera de verdad. Con el poder de viajar a ese m...