Lo que comienza como un intento de huir de los peligros que los acechan y aprender a defender a quienes ama; termina convirtiéndose para Caroline Forbes en la oportunidad perfecta para adentrarse en su oscuridad, y descubrir asi la luz que hay en é...
Querido diario... Ok esto no está funcionando_____ harta de no saber como comenzar, arrojé el adorable cuadernillo rosa a la chimenea.
Solo conocía dos personas que sabían escribir poéticamente sus vidas en un diario, y yo no me consideraba una de ellas, además que para variar ni siquiera estaban allí, me sentía tan abrumada.
Las bebés recién se habían dormido, todo había sido así desde que nacieron, era cuestión de que su padre apareciera y ellas solo... Como por arte de magia estaban felices y tranquilas con él. Yo hacía todo cuanto podía pero sin duda no era igual, y eso me estaba agotando de todas las formas posibles. Le escuché bajar las escaleras del cuarto de las niñas y solo pensaba que si dios existía, para criaturas como nosotros, quería que me tragara la tierra, no quería admitirlo pero no estaba siendo nada buena para Ric y nuestras hijas, porque las había sentido tan mías como suyas desde el día que supe que estaban dentro de mi.
Fingí dormir y él se fué a su habitación, no quería hablar de nada en ese momento, y no sabía que cosa hacer con mis manos, tomé el celular.
La curiosidad también me estaba pudiendo demasiado, por lo que sabía él... Estaba pasando por algo similar, aunque en su caso era algo verdaderamente esplendido, un milagro, me preguntaba si se lo estaría pasando tan bien como yo, nótese la ironía. No es que no amara a esas niñas y me sintiera feliz y orgullosa de haberlas traído al mundo, pero mi vida había dado un giro de 180° y aún no sabía ni como manejarlo. Creo que las amaba demasiado y ese era el verdadero problema. Su padre quería alejarlas de todo lo mágico y sobrenatural, y eso evidentemente me incluía a mí, por más que me esforzaba en que él me viese como algo más que el vientre subrogado, donde fueron puestas para nacer, me dolía que aún no confiara en mi para hacer esto y acompañarlas el resto de sus vidas, por otra parte hacía casi un año Stefan había huido para resolver no sé que asunto con una cazadora con la que, como no podía ser de otra forma, Damon lo involucró; y para más señas se había ido con su ex novia hereje, a la que amó con locura, mucho antes que a mi, ya que esta le aseguró que había alguna forma de salvarse. Mi repentino embarazo, en comparación a lo suyo de vida o muerte no podría hacer que se quedara, pero a pesar de amarlo y con todo lo que me pasaba no estaba segura de querer o poder seguir esperándolo, el no parecía muy interesado en mis asuntos y ni siquiera me preguntaba las pocas veces que conversábamos acerca de como me sentía con todo esto, solo me decía que había ganado un poco de tiempo pero aún buscaba la forma de deshacerse de la cazadora. La paranoia por como lo pudiese tomar en persona, cuando volviese me atormentaba, no era lo más normal del mundo mi nueva condición, y aunque a mi me encantara ser madre con todo lo que implicaba, y a pesar de lo difícil que era, precisamente por eso no podría obligarlo a él a compartir mi emoción.
Elena y Damon estaban en una especie de año sabático o algo así, ellos simplemente estaban en su burbuja y para nadie más. Bonnie se había erigido en la guardiana del pueblo y de todos nosotros, como siempre, después de lo de Jo y el escape de Kai, ella se había jurado atraparlo y Alaric le ayudaba en lo que podía. Mi propia madre ya no estaba y mi padre que odiaba a los vampiros y una vez intentó asesinarme antes de desaparecer definitivamente de nuestras vidas, claramente no era una opción. Esta vida se había vuelto muy humana, y demasiado llena de responsabilidades para las que no estaba preparada; pero eran lo mas hermoso y significativo que me había pasado hasta ahora y no huiría ni me alejaría jamás de ellas, por nada ni por nadie. Si algo tenía claro era eso, pero para ello me iría por un par de días.
Si eso haría, las nenas ya tenían seis meses, me adoraban a su manera y yo a ellas, pero necesitaba esto. Necesitaba saber como ser una buena, no. Una mejor madre de como me sentía ahora para ellas, y sólo había unas personas que sorprendentemente podían ayudarme.
Hacía unos meses había llamado a Stefan y para mi gran asombro fué Klaus quien respondió, me dijo algo acerca que él acababa de llegar a su ciudad pero justo entonces no podía atenderme, y al parecer incluso en la distancia y solo a través de la linea Klaus había adivinado tan bien, o por mi tono desesperado, que yo no me encontraba en mi mejor momento. Aquel día las hormonas estaban particularmente en mi contra, pero curiosamente oír su voz logro tranquilizarme un poco. Entre una cosa y otra él me contó su propia situación no menos insólita que la mía, la magia tenia formas extrañas de actuar y lagunas que incluso él desconocía y cómo en una catarsis me hizo tanto bien hablar con alguien sobre esto. También por segunda vez, desde que nos conocimos, me invitó a su ciudad, incluso sabiendo como me encontraba. Él una vez más, se ponía a la orden para mi y aunque no me atreví a decirle nada entonces, hoy venia a mi mente su invitación.
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Porque hoy había decidido tomar su palabra. Marqué el número en mi agenda y en la tercera tonada contestó. No puedo decir que fuésemos las mejores amigas, a decir verdad, me sentó como un balde de agua fría saber lo de ella y Klaus, pero se notaba que la maternidad la había cambiado y sin duda lo estaba tomando con mucho menos estrés que yo; quizá por ser una loba y poder procrear, tenían ese instinto mucho mejor desarrollado y me reafirme en mi posición, que lo que estaba por hacer era una excelente idea.
Ahora solo me quedaba darle la noticia a Ric y esperaba que lo aceptara de buen agrado. Nada más serían unos dias después de todo. Un pequeño curso pos natal de como hacerlo mejor para mis chicas sobrenaturales, si pasaba la prueba de mantenerme bien en un lugar como aquel, lleno de seres sobrenaturales y originales creo que finalmente me ganaría su voto de confianza para que no me separe de ellas, o en su defecto iría con estaca en mano a terminar conmigo y traerlas de vuelta sin mi. Definitivamente esto no podría hacerlo con una nota, conociéndolo y comprendiendo todo lo que había pasado se negaría en redondo a dejarme pasar tiempo de madres primerizas con Hayley y mucho menos con el resto de la familia cerca, solo había una manera de arreglar esto. Una mentira muy convincente, lo sentía por él, no me gustaba mentir pero era la única manera de poder marcharme con ellas sin que se negara; era mi futuro como una madre competente, uno que no elegí, por cierto, pero del que pensaba hacerme cargo así fuese con el apoyo de los seres que menos pensé buscar algún día.
