—¿Qué es lo que buscan estos cerdos? —no pude evitar preguntar al entrar a la cantina en busca de Zayn, sin embargo, me había visto envuelto en una situación que quizá prefería evitar.
Había gente todavía comiendo, aún era temprano, el bullicio que rondaba habitualmente la cantina por las mañanas se había visto aniquilado por el grupo de hombres grandes e imponentes que elevaban sus armas en la dirección de todo su grupo.
Un arma no tardó en apuntar a mí cabeza en cuanto puse un pie dentro del comedor. Subí los brazos instintivamente, pero no dejé que mi rostro desvelara ningún tipo de emoción. Eran muy pocos hombres para los cinco vehículos grandes que había visto por la ventana aparcados en la glorieta.
—Ahora que ya estamos todos juntos como una linda familia, ¿podrían decirme quién es el líder? Creo que tenemos una cuenta pendiente.
—No está aquí —dijo Eden asustadizo, parecía estar a punto de hacerse pipí en los pantalones.
—Entonces quién es el maldito segundo al mando.
—Soy yo, ¿qué coño quieren? —pregunté entre dientes, sintiendo el frío cañón de la pistola contra mi sien. El desconocido me miraba con una sonrisa de dientes amarillentos y astillados.
—¿Tú que crees? No solo se llevaron nuestras armas, sino también a la gallina de los huevos de oro, y Jaxon la quiere de regreso.
—¿Quién carajos es Jaxon y de qué puta gallina hablas? ¿Acaso ves algún maldito pollo por aquí?
El hombre dejó escapar una risa sardónica, burlándose.
—Estoy hablando de Olivia y Erin, lo sabes perfectamente. Y ustedes van a devolverlas.
Lo miré desdeñosamente y con ojos entornados, pero su semblante no vaciló. Claro, era él con el arma en la mano. Debía haber sido más precavido y traer mi arma, sin embargo, no serviría de nada. Estaba rodeado.
—No sé de qué estás hablando...
—No te hagas el estúpido. Las seguimos hasta acá, sabemos que están con ustedes.
—¿Y qué te hace creer que vamos a dártelas, así como así?
—Oh, pero ya lo hicieron —su sonrisa sórdida se hizo más amplia—, tu amigo justo ahí acaba de decirnos donde podemos encontrarla —dijo, haciéndole una seña hacia Quentin con la cabeza, quien miraba con demasiado interés sus zapatos, mientras sus dedos jugaban entre sí, entrelazados. Se negaba a responderme la mirada.
—¡¿Pero qué coño has hecho?! —le reclamé sonoramente, al notar que no pensaba reconocerme.
—Lo que tenía que hacer. Era Olivia o nosotros.
—¡Maldito bastardo! —grité en su dirección— ¡Eres un idiota! ¡¿Sabes que su padre tiene un puto barco?! ¡¿No es cierto?! ¡Un jodido barco para salir de aquí!
—¡Un barco no va a servir de nada si estamos todos muertos, Harry! Ese es el trato, Olivia y Erin y se largan, sin rehenes, y sin heridos. ¡¿Quieres repetir lo que pasó con Louis?! ¡¿O qué crees que piense Zayn si regresa a la base con un montón de cadáveres?! —gritó, mirándome por primera vez desde que había entrado en la habitación. Juraba que cuando saliéramos de esta, lo golpearía tan fuerte en la cabeza que necesitaría ayuda para ir al baño por el resto de su vida.
Me quedé callado por un momento, antes de que la risa del mastodonte que me mantenía inmóvil con su arma estallara en la cantina.
—Vaya, este grupo es como una serie de televisión. Quizá deberíamos llevarlos con nosotros, ya sabes, como bufones...
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letal; ns
FanfictionEn un mundo infestado, dónde las posibilidades de sobrevivir son escasas, Harry se promete llevar a Niall hasta el final. Spin off de Voraz.