nostalgia

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14 de febrero de 2020...

POV Clarke

Departamento de Clarke y Abby, viernes a la noche...

Estaba entre feliz y con bastante nostalgia encima, este día estaba resultando ser interminable. Por suerte tenia a Abby, con ella todo era más simple y sencillo nos habíamos adaptado bien la una a la otra, estos 15 días los tenía grabados a fuego.

Nuestra convivencia estaba siendo perfecta y nuestras salidas aún mejor, pasar tiempo de calidad con ella era sin duda inolvidable y mis momentos preferidos era cuando de la nada me abrazaba y me decía "mamá te amo". Era una niña extremadamente tierna, vivaz, elocuente y sobre todo agradecida, que con sus locuras, su risa y sus ocurrencias no había tiempo para sentarse y tener pensamientos malos o atraer los pensamientos del pasado o tal vez solo de forma fugaz, como había sucedido en la siesta cuando ella se había dormido después de corretear y que jugásemos a las escondidas, tenía una energía y unas pilas para estar activa durante un mes entero si ella así lo quisiera.

En lo que mi niña había estado descansando, mi mente había volado al día que nos habíamos comprometido con Lexa, estaban muy vívidos esos recuerdos y no había dejado de ver el tatuaje que nos unía, era lo único que nos mantenía de cierto modo "juntas"

Hoy ella había unido su vida a otra persona y ya no había vuelta atrás, nos habíamos perdido para siempre. Ambas soñábamos con pertenecernos hasta viejitas pero todo se había estancado y aquí estábamos lejos de la otra y viviendo momentos totalmente diferentes en nuestras vidas. No podía evitar que al ver a Abby, me recordase tanto a Lexa, era su mini clon en cuanto a ciertas actitudes, a lo aguerrida y fuerte que se demostraba, siempre había admirado a Lexa, ante mis ojos era perfecta y ahora admiraba a mi pequeña, que no tenía una mínima gota de maldad.

Flashback

4 de abril de 2007...

Casa de la familia Griffin...

Hoy cumplíamos un año con mi chica y no cabía la menor duda de cuanto era lo que la amaba y hoy quería cometer una locura y proponerle compromiso. Planeábamos pasar el resto de nuestras vidas juntas y nada me hacía más feliz que imaginarme su cara al momento de sorprenderla con el anillo.

Había ahorrado lo que consideraba suficiente, pero ni aun así me alcanzaba para las alianzas más económicas, así que comentándole a mi mamá ella me había prestado plata para completar la compra y en su compañía, habíamos ido a la joyería.

Mi mamá era mi mejor amiga y siempre aguantaba mis locuras y más si en ellas podía colaborar, así que con su ayuda habíamos planificado de qué forma podía sorprender a Lexa y que no sea la típica pedida de mano. Quería que recordase este momento por el resto de nuestras vidas. Y con mamá no podía haber sido más perfecta y loca la idea.

Lexa en cualquier momento iba a estar llegando, la idea original había sido una velada romántica, ya que al día siguiente era lunes y nos tocaba colegio. Así que aquí estaba esperado que se anunciara y no veía la hora de que comenzara el show para poder lanzarme a sus brazos y besarla y saber que era solamente mía.

El portero eléctrico había comenzado a sonar y mi corazón latía desenfrenado. Sin siquiera responderle, solo había apretado el botón que indicaba el pase directo al garaje de casa que estaba regado de jazmines, "eran sus preferidos" y a través de las cámaras de seguridad podía ver su cara de ilusión y de sorpresa, amaba este instante, ella sonreía como si se tratara de lo mejor del mundo y ella sin duda era lo mejor de mi mundo.

En compañía de un jazmín, que lo llevaba a sus fosas nasales y aspiraba lo más que podía, había comenzado a seguir un camino de pétalos rojos que la iban conduciendo directamente hacia el patio de casa donde la esperaba una copa de vino y una nota que decía "disfrútame con amor". Ella la bebió y su mirada estaba recorriendo todo el lugar hasta que había visto un globo con helio, en el cual estaba estampada una palabra que decía "explótame de amor", y no se hizo esperar, lo tomo entre sus manos y con una trabita invisible que había tomado de su cabello, lo había reventado y comenzaron a volar muchos confetis y ella solo sonreía, hasta que se percató que había una nota que decía, "te amo mi amor" y en ese momento hice mi entrada triunfal y agarrándola desde la cintura, ambas un tanto nerviosas, y hablándole muy cerca de su oído, le dije:

Entre Nosotras: ¿aún hay algo de amor? (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora