te extraño

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Domingo 20 de septiembre de 2020, al mediodía...

POV Clarke

Aeropuerto Benjamín Matienzo – Tucumán, Argentina...

Por fin llegamos mis chicas. Nos decía muy amorosamente mi primo Chad, mientras Trey intentaba con todas sus fuerzas lograr que Abby le regalase una sonrisa, hoy regresábamos a Córdoba para seguir con nuestras vidas, pero con la única diferencia, ya no había posibilidades de volver a ser la familia que ambas soñábamos formar con Lexa, todo se desvaneció y ese dolor lo estaba padeciendo mi hija desde el día anterior, nunca la había visto tan decaída y afectada, ni siquiera cuando habíamos estado distanciadas, "rogaba con toda mi alma volver a ver a mi hija risueña y ocurrente". Yo intentaba ser fuerte por ella y por mí, no podía darme el lujo de echarme a llorar. "Una vez más Lexa había elegido por las dos, ahora la única mitad que necesitaba para complementarme era la de mi pequeña".

Me había costado un mundo entero volver a recobrar su confianza, pero con perseverancia y muchas charlas fuimos recomponiendo nuestra relación. Tenía que poner en juego toda la inteligencia emocional, para demostrarle a mi hija que podíamos conseguirlo todo estando juntas, tanto era así que nos habíamos vuelto inseparables, desde la separación con Lexa ambas nos unimos más todavía y aprendíamos mucho la una de la otra. La confianza y el respeto era lo primordial entre mi hija y yo.

Por eso después de su cumpleaños, que lo había pasado rodeada de amor y de gente que la amaba como yo, pero también con un nudo y un hueco en su corazón, le faltaba su mejor amiga y era un espacio difícil de ser llenado. No me importaban las razones de su ausencia, le había fallado a Abby y eso me rompía en dos. Durante la llegada de los familiares de "Lessa", mi niña había guardado una última cuota de esperanza de poder verla aparecer y envolverla en uno de esos abrazos interminables, pero nada de eso iba a suceder. Cuando Octavia excuso la ausencia de Lexa, alegando que había tenido un viaje de imprevisto, Abby se quiso hacer la superada pero no podía ocultarlo, era muy transparente y en sus ojos se notaba el dolor, la angustia y la decepción pero ni aun así dejaba de nombrarla y preguntarme por cosas sobre ella, yo al contrario estaba sumergida en una mezcla de emociones y trataba de guardar las apariencias de cuanto estaba sufriendo por ello, la rabia y el dolor me consumían.

Esa noche cuando nos encontrábamos las dos solas y antes de dormir quería evitar que siguiese llorando, para que pudiese conseguirlo aunque sea por un par de horas, le había contado la sorpresa de "la casita" y había estado entusiasmada por poder contárselo en vivo y en directo y una vez los papeles de la escritura estuvieron listos, decidimos viajar para sorprenderla. Mi niña no tenía maldad en su corazón y amaba con locura a esa ojiverde rencorosa pero a partir de anoche su corazón se había cansado y agotado de esperar a que volviese junto a nosotras y a partir de lo sucedido y lo que presenciaron sus ojos, sabía que ya nada volvería a ser igual. "El miedo de Lexa nos había alejado definitivamente".

Desde anoche su mutismo era ensordecedor, no sonreía, no me preguntaba nada, estaba muy preocupada por ella y esperaba que al regresar y con el correr de los días ella volviese a ser la misma:

Cariño, dale la mano al tío Trey, yo voy a llevar nuestras cosas, vayan adelantándose. Solo asintió y sus ojos hinchados me tenían el corazón con agujeritos, Trey me dio un beso en la frente antes de emprender el camino hacia dentro del aeropuerto.

¿Sabes que lo estás haciendo increíble con Abby no?, pero ella sola puede curarse las heridas, y valora que estés ahí para ella. Ahora dale tiempo Clarkie, ella está sufriendo al igual que tú. Eres mejor escondiendo tus emociones y sé que lo haces por Abby. Una vez que se hubieron alejado, Chad se me acerco todo en cuanto pudo.

Entre Nosotras: ¿aún hay algo de amor? (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora