Besar a Clarke siempre se había sentido especial. Y lo mejor de todo era que ella no había tardado en devolverme el beso, con el cual había soñado desde que la pequeña Abby me había contado que no existía tal relación entre Clarke y Niylah, el alivio que sentía y la forma en que mi corazón se había acelerado con esa confesión, no tenía una explicación lógica pero si una sola verdad, amaba a Clarke con toda el alma, porque el alma nunca muere y así había sido mi amor por ella, nunca había muerto. Creo que lo único claro que había persistido todos estos años y lo más verdadero, eran los sentimientos hacia esta ojiazul, que me estaba robando el aliento.
Por un momento había dudado en acercarme a este par. Tenía en mente el mensaje de Clarke y estaba asustada. No quería que ella jugara con mis sentimientos ni con los de otra persona, por más mal que me cayera Niylah Harmon, o quien estuviese a su lado, yo quería respetarme y respetar a su pareja, aunque en el proceso me hubiera muerto de celos. Pero una fuerza, una electricidad me habían lanzado hacia Clarke, era como un imán, no había existido otra mujer en la faz de la tierra que me atrajera como lo hacía ella y no hablo solo de lo físico, sino en todos los sentidos y ahora podía ser más sincera que nunca, "bendita la hora que lo había hecho", porque saber que Clarke estaba soltera me había devuelto esas ganas de jugarme el todo por el todo y de buscar y conseguir su perdón.
Realmente la niña había sido el empujón que me faltaba para echarme a sus brazos, ella no sabía cuánto había cambiado mi vida con esas simples palabras. Por una milésima de segundos cuando no había devuelto una respuesta a mi pregunta, me había asustado como la mierda y mi primer instinto había sido correr lejos de ella. Pero ahora estaba aquí entre mis brazos, y no quería separarme, pero lamentablemente por falta de aire, habíamos tenido que hacerlo:
Oh!!, wow. Estoy sin palabras. Me decía Clarke un tanto acalorada, mientras acariciaba mi mejilla y compartíamos una breve sonrisa.
Cuando estas sonrojada, eres la más hermosa, ¿lo sabías?. Su mirada se había fijado en el suelo. Tomando su barbilla, la incline hacia arriba, y conectamos el verde y azul. No había podido resistirme mucho más y había vuelto a besarla. Las palabras sobraban, ya habría demasiado tiempo para ello. Pero besarla siempre había sido mi pasatiempo preferido y ahora no iba a ser diferente.
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El beso estaba subiendo de tono pero no me importaba. El resto del mundo había dejado de existir por un momento. Su lengua acariciaba mi labio inferior. Sabía tan bien, y extrañaba tanto su sabor y todo lo que implicaba a "ClarkeGriffin", es más me atrevía a decir que sabía aún mejor de lo que recordaba y hasta muchísimo mejor que cualquier cosa que hubiese probado en estos últimos 10 años. Su aliento era fresco y adictivo y seguía provocándome de igual forma que hacía algún un tiempo atrás.
