herida bala

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POV Clarke

En el avión, 15:30hs...

Clarke: quería disculparme por el beso Niy, actué por impulso y tú no merecías aquello, no quiero que malinterpretes la situación, yo no quiero una relación no ahora, solo puedo brindarte mi amistad, ahora me quiero centrar en Abby y tengo todos mis focos puestos ahí, y esperando ansiosa el día que estemos juntas... te abrazo fuerte y espero vernos pronto, las puertas de mi casa están abiertas para ti y estoy sumamente agradecida contigo por el apoyo de estas últimas horas...

Pulse enviar en un santiamén y sin esperar respuesta alguna, mi celular ya estaba en modo avión, me urgía que Niylah no se hiciera falsas esperanzas con este beso, más que nada después de que la noche anterior me había confesado que siempre le había gustado, pero con toda la pena tuve que decirle que no era reciproco, no iba a negarlo era una mujer guapísima, pero si tan solo habríamos coincidido en otras circunstancias o en otra vida quien sabe lo que hubiera sucedido.

Me sentía fatal, así podía definir mi mood en este instante, no solo por el beso, "pero que estúpida". Solo lo había hecho porque la mirada de Lexa me quemaba y solo me había salido el instinto vengativo y ahora estaba arrepentida, yo no actuaba por impulso o no lo había hecho hasta este momento. Tal vez quería hacerle sentir lo miserable que me sentía y que me había sentido cuando la vi besarse con Sierra y si sumamos a las últimas 48 horas mi cabeza era una bomba atómica a punto de estallar y no pensaba muy bien cómo actuar.

Ni bien me había separado del beso, me había dado vuelta y la vi por última vez. Raven y Luna abrazaban a una Lexa abatida y yo habría dado mi vida por salir corriendo y admitir que aunque estaba muriendo de dolor siempre iba a amarla, pero esta vez la herida fue como una bala que había desgarrado mi corazón y necesitaba sanar una vez más. Lexa se había marchado sin mirar atrás y ya era mi hora de abordar o de "¿huir?", y aquí me encontraba sentada esperando que conforme pasaran los días podría recobrar la compostura y sentirme bien, necesitaba con todas mis fuerzas que así fuese.

Al momento de salir corriendo del bar junto con Niy, ella me había estrechado en sus brazos, yo me sentía morir. Lexa me había roto sin miramientos, había destrozado mi confianza y lo había hecho a sabiendas de la verdad. Con esto me había dado la pauta que nunca me había amado lo suficiente o que nunca me amo directamente, ella solo me juzgaba por un malentendido que en su cabeza era caótico pero que eso no le impedía seguir lastimándome en el proceso. "Realmente nada le hubiera costado decirme las cosas como son y tal vez nuestra historia hubiera seguido en pie", pero eso era algo que nunca lo sabremos.

Yo amaba a Lexa nunca había dejado de sentir amor hacia ella, ella tenía un halo especial y siempre me había parecido la mejor persona del mundo, pero en definitiva esta no era mi Lexa y esta re-versión de ella no me gustaba, los años la habían cambiado y no me parecía que para bien.

Una vez que subí al taxi, tuve que pedirle a Niylah que me dejara ir sola no quería compañía o mejor dicho no la suya, necesitaba pensar, respirar profundamente y centrarme en que era lo que de verdad quería de ahora en más y cuando me sentía perdida en todos los sentidos solo un lugar me devolvía la paz y no había dudado un segundo en irme a pasar gran parte de la noche a la casa abandonada que habíamos adoptado como nuestra junto a Lexa, era mi lugar preferido en el mundo y me calmaba, realmente lo echaba de menos. Estaba colmado de recuerdos, de buenos recuerdos, de palabras de amor, de promesas por cumplir y muchas noches apasionadas.

Una vez que había llegado a este sitio, tuve que prender la linterna de mi teléfono y por lo que había podido notar era que estaba intacto y hasta más limpio de lo que recordaba, sentándome en un colchón viejo, en el mismo donde nos habíamos amado más de la cuenta con Lexa, me hice una bolita abrazando mis piernas y solté todo el llanto que venía acumulando de tantos años, llore por mamá, por Lexa y nuevamente por Lexa, por todo en general, estaba vaciando mis sentimientos y me sentía expuesta y vulnerable pero al mismo tiempo era necesario soltarlo todo y estar liviana. Me había prometido que Lexa no iba a dañarme no de nuevo ni nunca más, de ahora en más no iba a estar sola y necesitaba estar entera por mi hija y deseando ansiosa que llegara ese día me había dormido sin siquiera darme cuenta.

Entre Nosotras: ¿aún hay algo de amor? (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora