si yo fuera tu

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Cuatro meses después...

Domingo 12 de Julio de 2020...

POV Clarke

Casa de Clarke, por la noche...

Cariño, voy a dejar a Abby en su cama y vuelvo. Me decía Lexa, mientras yo entraba con nuestras valijas y bolsas de viaje. Hoy habíamos vuelto de Tierra del Fuego, y sin temor a equivocarme fue un viaje fascinante. Abby había quedado agotada y mientras volvíamos a casa en el taxi, ella se había dormido en los brazos de "Lessa". Nuestro vuelo salió demorado por casi 3 horas de lo previsto. Y no quería molestar a mi familia para que nos buscara ya que íbamos a arribar cerca de las 23.

Los 9 días de estadía estaban grabados a sangre en mi retina, desde las visitas guiadas, las vistas a los paisajes, la muestra en la tienda de arte, las historias y sonrisas sin fin, en conjunto todo había logrado dejarme sin aliento. Este viaje para las tres había sido innovador, sanador y esperanzador. Estábamos más unidas que antes, habíamos creado lazos imborrables y no cabía la menor duda que estábamos siendo una familia de verdad y funcionábamos como tal. Lexa y Abby me reiniciaban por completa y ya no podía imaginarme un mundo sin ellas.

Mientras esperaba a Lex, me fui a la cocina a preparar algo ligero, ya que al día siguiente volvía a trabajar. A mi hija le quedaban 7 días más de vacaciones, los cuales estaba previsto un viaje a Bariloche con mis padres y con mi hermanito. Mañana íbamos a ir a dejar a mi niña con sus abuelos después de cenar, estaba ansiosa y deseosa de pasar tiempo con la familia y a mí aunque me entristecía un poco no tenerla conmigo, iba a poder disfrutar de la compañía de Lex, ya que se quedaba conmigo hasta el domingo que mi niña volvía a casa y Lexa retomaría su trabajo nuevamente.

Miles estaba en contacto directo con Lexa, él no había viajado con nosotras y no se encontraba en Córdoba, pero siempre estaba al pendiente de todo lo que sucedía alrededor de su clienta. De Hope no sabíamos absolutamente nada al igual que de Niylah, no sabía si era bueno o malo. Pero cuidaba con mi vida a mi ojiverde, siempre estaba atenta a todo. En agosto se iba a llevar a cabo el juicio de Collins y Sullivan, y eso nos tenía algo intranquilas, definitivamente quería evitar todo esto a Lexa, ella sufría más por su familia que por sí misma.

Con la distancia lo llevábamos bastante bien, vamos intercalando algunos fines de semana en los cuales ella viaja o yo viajo, algunas veces solas y otras en compañía de mi pequeña. Dependía mucho de cómo había pasado su semana, ya que entre el jardín y sus clases de tela la terminaban agotando.

Lo que me traía bastante feliz era ver que la relación de Lexa con Wells estaba mejorando a pasos agigantados, y poder estar con ellos juntos en un mismo tiempo y espacio, al principio resultaba bastante agotador, porque ambos se fulminaban con la mirada y se tiraban comentarios bastante ácidos, pero ahora ya se podía respirar un ambiente sano y acogedor. Y si de relaciones hablábamos que ahora si estaban funcionando, Lexa y Trey eran como siameses, cuando coincidíamos y pasábamos tiempo juntos, los dos eran las personas más bromistas y hermanadas del mundo y amaba con todo mí ser. Amaba que tanto la familia y amigos de Lexa me quisieran de igual forma que todo mi círculo a ella. Estábamos en nuestro mejor momento:

Cariño, aquí estás. Se acercaba Lex, oliendo a su jabón de jazmín. Y de inmediato me gire, se había duchado y era dolorosamente linda, siempre me cautivaba. Estaba con un pantalón corto y una remera que dejaba su ombligo a la vista, yo no podía quitar mis ojos de encima. El clima dentro del departamento era bastante pasable, ya que afuera hacía un frío que calaba los huesos.

 El clima dentro del departamento era bastante pasable, ya que afuera hacía un frío que calaba los huesos

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Entre Nosotras: ¿aún hay algo de amor? (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora