Entre Nosotras: ¿aún hay algo de amor? (Clexa)

amor a primera vista

Evento "ALPI", 7 de marzo de 2020, sábado por la tarde...

POV LEXA

30 minutos para la maratón "single"...

Me encontraba sentada en uno de los cordones de la calle, mientras "intentaba escuchar música y distraerme", pero eso estaba siendo realmente imposible, Miles estaba fijando sus ojos en mí, sin siquiera despegarlos un segundo, él estaba siendo como una especie de padre sobreprotector. Faltaba media hora para que dieran las 17hs. y así poder competir y de una vez poder marcharme al hotel, estaba desesperada porque sucediera. Realmente tenía el corazón acelerado y palpitaciones a mil por hora, lo único que tenía en mente era a la pequeña Abby y a mi ojiazul, las posibilidades de haberlas encontrado aquí eran una en un millón y todavía no lo había procesado lo suficiente. Me estaba costando un mundo no salir corriendo a buscarlas una vez más. Pero estaba lejos de que ellas fuesen mi realidad, ellas tenían su propia realidad y yo no pintaba nada ahí, y eso me estaba matando completamente. Era sumar otro dolor a la pila que venía cargando sobre mis hombros, realmente estaba tratando de encontrar el control de mi vida y mi propio destino, "¿pero en algún momento todo iba a pasar no?".

La hija de Clarke, me parecía una niña fascinante, desenvuelta y cariñosa. Lo que había provocado en mí, no podía expresarlo con palabras, fue un amor a primera vista, una conexión inmediata, casi tan inmediata como me había pasado con su mamá. Clarke estaba haciendo un trabajo enorme con Abby. Desde que la había visto sentada bajo el árbol un instintito protector se había apoderado de mí, me había recordado a mí misma de pequeña por alguna especie de berrinche o porque simplemente las cosas no se habían dado como yo hubiera querido. Abby me transmitía una paz que hacia muchísimo tiempo no la tenía y cuando lentamente me había acercado a ella, fue casi sin darme cuenta que me había abrazado como si su vida dependiera de ello. Lloraba desconsoladamente y quería nada más que sus sollozos cesaran para poder entender que la traía así.

Cuando por fin había reencontrado la calma, se había presentado de forma muy amable diciéndome que era la "pequeña Abby", y cuando fijó sus ojos en mí, algo de inmediato había hecho clic y por ende llamado su atención y acariciaba mi mejilla y me había dicho textual, "eres la chica de la foto", yo tenía cara de confusión pero a la vez mi semblante estaba muy relajado como si nuestro destino hubiera estado escrito que hoy, aquí y ahora nos teníamos que conocer, Abby de entrada me resultaba familiar y podía notar que le había pasado lo mismo conmigo, pero lo raro era que jamás en la vida nos habíamos visto las caras hasta hoy, o salvo solamente ella a mí en esa foto. Yo solamente atine a regalarle una gran sonrisa, la cual ella respondió de inmediato. Me presente ante ella y cuando quiso pronunciar mi nombre, me había dado un poco de gracia, pero no quise reírme, solo le esboce que lo estaba haciendo fantástico, no le salía marcar la "x" y simplemente le salía decir "Lessa" y yo igualmente estaba encantada con ello. Me propuse a averiguar que le estaba pasando a este ser en miniatura y de lleno me adentre a preguntarle donde estaban sus padres, y muy cantarinamente había comenzado a relatarme que era lo que había provocado su llanto y que se alejara de su mamá, era demasiado expresiva y no se había guardado ni un punto ni una coma, me tenía maravillada que a su corta edad se expresase tan bien. Con la familiaridad que hablaba con la niña, me daba la sensación de que nos conocíamos de años. Nos tratábamos con bastante cariño y un cierto apego, ella no había dejado de abrazarme un segundo.

A la edad de Abby todo parecía ser más grande de lo que realmente era, pero su enojo y frustración se podían sentir a kilómetros, estaba demasiado enérgica mientras relataba "que una mala mujer", había arruinado sus planes con su mamá y que no entendía porque su madre le había mentido. Podía sentir su corazón roto y quería poder sanarlo.