Tucumán, Argentina – Sábado 24 de octubre de 2020...
POV Lexa
Hospital Público Amenábar por la mañana, 10:30hs...
Amelié es increíble cómo está progresando Alyssa, las sesiones están yendo increíbles con ella, admiro su fortaleza y entrega, si seguimos a este ritmo para diciembre ya va a poder manejarse con andador y vamos a poder disminuir los encuentros, tal vez serian cuatro, uno por semana. Le decía a la madre de mi pequeña paciente, que con la alegría que irradiaba podía llenar sus ojos y de paso esa sensación llenaba mi corazón. Estábamos caminando de regreso a mi consultorio, habíamos dejado a Aly en su sesión de fono con mi colega Hannah Green. La visita de la niña a las instalaciones había sido reprogramada para el sábado ya que el día anterior por cuestiones personales no habían podido acudir. Era muy importante que no perdiera la rutina, ya que su cuerpo estaba acostumbrado a cumplir con ciertas exigencias y era importante de mantener este hábito.
Gracias Lexa, no tengo palabras ni se cómo pagarte todo lo que haces por mi hija y mírate aquí un sábado que podrías estar haciendo nada y estás haciendo todo por Alyssa. Se acercó tan rápido a mí, me abrazo y realmente en este último tiempo nunca un abrazo se había sentido tan fuerte y verdadero, lo necesitaba inmensamente. Nos separamos y nos regalamos sonrisas sinceras.
No tienes que agradecer nada, sabes cuánto quiero a Aly y su felicidad y bienestar está por encima de todo. Ambas nos adentramos a mi consultorio. Más tarde me tocaría hablar con mi secretaria Kyle para ponernos en sintonía de cómo se iba a presentar la semana entrante. El viernes había resultado un caos estrepitoso, nos desocupamos realmente tarde y hoy le di el día, necesitaba descansar más que yo, que cada día me aferraba más y más a mis trabajos. Así que acordamos una llamada a las 11 en punto.
Un rato más tarde...
Aly y Ame ya se habían retirado y su próxima consulta estaba pautada para el martes así que eso me alegraba muchísimo, siempre sería bienvenida la compañía de ese par.
Cerrando la puerta tras de mí, de inmediato me senté frente a mi computadora sin poder evitar sentir la nostalgia que me estaba invadiendo justo ahora mismo. De fondo de pantalla había una foto con Clarke en la cual nos estábamos besando, había sido tomada una tarde en su apartamento y era de mis preferidas, y no podía evitar sentir su ausencia una vez más y cuanto dolía con el correr del tiempo. Hoy tendría que estar a su lado y sin embargo mis acciones y reacciones lo jodieron todo y estábamos en el punto de no retorno.
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Anoche en un arranque de locura había decidido hacerme un perfil de Facebook, no aguantaba más el no saber de ella y no me atrevía a preguntar a mi entorno, sabía que de todos modos sería algo inútil, y sin pensarlo dos veces ya me encontraba escribiéndole, a lo cual no había recibido respuesta y lo entendía pero sin embargo el deseo estaba latente y guardaba un resquicio de esperanza. "En mi mente rondaba su última mirada y solo podía leer: decepción".
