Hay días en los que los planetas se alinean especialmente para que todo salga mal. La gente supersticiosa dirá que ha visto un gato negro, o roto algún espejo, y la gente espiritual podrá achacarlo al karma y al regreso de nuestras malas acciones en forma de mala suerte. Algunas personas más pragmáticas dirán que las cosas suceden como tienen que suceder. Sea como fuere, aquel no fue un buen día para Chris.
Empezó mal nada más poner un pie fuera de la cama. Pisó algo blandito, y la intuición le hizo apartar el pie rápidamente. Efectivamente, había pisado a Ariel, aunque gracias a Dios no la había hecho nada.
- ¿Qué haces tú aquí? – preguntó con esa manía de hablar como si la perra fuera a entenderle - ¿No estabas durmiendo con Peter?
Totalmente despierto después de aquello, se aseguró de que no le había hecho daño al cachorro y la acarició, sabiendo que el animalito no tenía culpa. Aunque consideró que debían a empezar a enseñarla a dormir en SU cama, para evitar que pasaran estas cosas...
Aunque no era la mejor forma de empezar el día, no hubiera sido "tan malo", de no haberle sumado otros factores. Por alguna razón, la cabeza le dolía horrores, y también la garganta. Él se ponía enfermo con muy poca frecuencia, pero no dejaba de ser "mitad brujo", y eso le convertía en "mitad tipo normal de 33 años, pero con poderes". Y por desgracia, eso no le libraba de poder coger un resfriado. Sospechó que, con toda probabilidad, Amy le había contagiado su gripe/resfriado. La cabeza le palpitaba como si alguien se estuviese montando una fiesta dentro de su cerebro, y por eso no fue nada agradable encontrarse con un coro de gritos en cuando salió de su habitación. Era increíble lo aguda que era la voz de sus hijos cuando chillaban. Sintió que no quería saber por qué discutían. Hubiera deseado que siguieran en la cama y, tal vez, acostarse él también. Era Sábado, así que... ¿por qué no dormir hasta las 14:00, o tal vez por todo el día? Se dejó soñar despierto un rato, pero en realidad sabía que no podía hacerlo: tenía que hacer el desayuno, la colada, y otra serie de cosas. No hubiera sido responsable por su parte dormir hasta tan tarde, dejando que sus hijos hicieran lo mismo. Suspirando, fue hacia el epicentro del terremoto de los gritos, que resultó ser el cuarto de Peter.
- Demasiado pronto para gritar – murmuró, en un instante de silencio, por lo que los chicos le oyeron. Fue lo primero que dijo. Normalmente les iba a despertar pero aquel día habían madrugado más que él. Como ni siquiera les había saludado, rectificó: – Buenos días.
- Hola, papá – dijo Peter, el único que tuvo a bien saludarle. – Era yo quien gritaba, lo siento. ¿Te he despertado?
- No. ¿Por qué gritabas?
- Por nada.
Chris no quería discutir, así que lo dejó estar. Se fue a hacer el desayuno sintiéndose realmente indispuesto, entre mareado y muy cansado, fruto del resfriado que estaba incubando. Pero al poco rato escuchó los gritos de nuevo. En vez de subir las escaleras, orbitó directamente al piso de arriba, y se apoyó en la pared del pasillo con los brazos cruzados.
- ¡Que me la des, Leo! Ya me he cansado de jugar – gritó Peter. Chris estaba extrañado: antes también había sido Peter el que gritaba, y el chico no solía elevar la voz, y menos de esa forma tan... furiosa.
- No estoy jugando – respondió Leo.
- Yo tampoco. Y si no me la das ahora mismo te...
- ¿Le? – preguntó Chris, decidiendo entrar en ese momento. Su tono de voz fue algo peligroso. No le gustaban las amenazas, y además estaba en su instinto el defender a su hijo pequeño. Peter se giró para mirarle, y suspiró con resignación.
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Formando una familia [FANFIC DE EMBRUJADAS]
FantasyChristopher Halliwell , el hijo mediano de Piper Halliwell, intenta superar la muerte de su esposa y llevar una vida normal con su hijo Leo. Todo empieza a cambiar cuando decide ser padre por segunda vez y las cosas no salen exactamente como lo habí...