Chris se puso muy tenso. Sus hijos no se habían dado cuenta de nada, y seguían asimilando que Nick y Peter habían vuelto a su edad normal. Pero él sabía que algo iba mal, muy mal. Wyatt no solía pedirle ayuda nunca. Nick pareció reparar en su expresión preocupada.
- ¿Papá? – preguntó, inseguro.
- Wyatt me necesita – dijo solamente. – Enseguida vuelvo.
Y, sin esperar respuesta, orbitó.
Su hermano se había visto atacado en su propia casa. Chris apareció en un dormitorio, el de su hermano, y allí observó que un demonio le acorralaba. Con un vistazo superficial a toda la estancia, buscó algo que pudiera ayudarle y finalmente vio una silla. Con un movimiento veloz de la cabeza, hizo que el objeto se dirigiera mágica y rápidamente hacia el atacante, golpeando con ella la espalda del demonio. El ser se dio la vuelta, y Wyatt tuvo los segundos que necesitaba para alejarse de él. Los dos hermanos se pusieron uno al lado del otro.
- ¿Visitas inesperadas? – preguntó Chris.
- Algún amigo ofendido porque no recibió una postal – bromeó Wyatt. Chris, que le conocía bien, sabía lo que significaba aquella broma en aquél momento combinada con esa mirada preocupada: "estamos bien jodidos". Evaluó la situación. Aquél demonio no le parecía tan peligroso. Pero tenía que haber algo que él no sabía, o Wyatt no habría necesitado su ayuda. Chris dio un paso en dirección a la bestia, que tenía cuernos y un aspecto desagradable, pero Wyatt le frenó.
- Si te toca, te quemará – le avisó.
Chris asintió, y buscó signos de que su hermano se hubiera llevado alguna quemadura. Vio que no, y entonces entendió el motivo de su preocupación:
- ¿Linda y los niños están bien?
- Esa cosa tocó a Victoria. Pero no tiene nada grave. Creo.
Wyatt habló entre dientes, y Chris se alegró mucho de no estar en ese momento en el lugar del demonio: enfadar a su hermano, enfadarlo de verdad, no era fácil. Pero nadie quería verlo enfadado. Chris se puso en guardia, intentando elaborar un plan rápido. Aquél demonio se abalanzó sobre él cuando aún no tenía uno.
Mientras tanto, Nick, Peter y Leo estaban algo sorprendidos. Leo les explicó que si su padre se había ido así era porque Wyatt debía de estar en peligro, y aquello, como es lógico, les inquietó. Esperaron con ansiedad, y de pronto el aire vibró y alguien apareció en el cuarto, pero no se trataba de Christopher.
- ¡Demonio! – avisó Leo, reconociendo esa forma de aparecerse. Sus hermanos observaron al recién llegado, pero no hicieron nada. - ¡Al suelo, estúpidos!
Leo rodó los ojos, pero se recordó que sus hermanos eran nuevos en eso, y que debía de tener paciencia. La mente infantil de Leo intentó analizar la situación. Lo veía todo muy negro. Justo cuando Nick y Peter le hicieron caso, y se tiraron al suelo como había hecho él, el demonio lanzó una bola de fuego que les pasó rozando.
- Leo, ¿no puedes hacer algo? – preguntó Peter, sabiendo que el niño también era brujo.
- ¡No! ¡Papá ha atado mis poderes!
- Qué oportuno, ¿no? – masculló Nick.
Leo no respondió, y tembló como una hoja. Aquél demonio debía de ir a por él. Él era el único brujo en la habitación... Sin embargo, sin entender por qué, el ser fue hacia Nick y Peter.
- ¡Corred! – gritó Leo. - ¡Corred, corred, corred! ¡Al desván! – les indicó, y él trató de hacer lo mismo. Pero antes, se puso de pie y trató de ganar unos segundos para sus hermanos.
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Formando una familia [FANFIC DE EMBRUJADAS]
FantasyChristopher Halliwell , el hijo mediano de Piper Halliwell, intenta superar la muerte de su esposa y llevar una vida normal con su hijo Leo. Todo empieza a cambiar cuando decide ser padre por segunda vez y las cosas no salen exactamente como lo habí...