CAPÍTULO 27: Los hijos crecen

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Chris se tropezó con un libro, y se golpeó el pie descalzo. Contuvo un quejido. Luego metió el pie en ... ¿unos pantalones? Pero ¿qué era eso? ¿Un cuarto o un estercolero?

"Nick, me voy a encargar de que recojas todo esto" pensó, y luego suspiró. "Pero hoy no".

Siguió abriéndose paso por todas las trampas mortales su hijo parecía haber dejado para él, y llegó hasta su cama. Le despertó con suavidad.

- Oh... ahuum... hola...

- ¡Feliz cumpleaños! – exclamó Chris, y le sonrió. – A tu hermano no hay manera de sorprenderle: me despierte a la hora que me despierte él ya se ha levantado. Pero quería ser el primero en felicitarte. He tenido que sobornarle para que me dejara pasar antes a mí.

- ¿Ya pudo entrar? – preguntó Peter, desde la puerta. Con una sonrisa, echó una pequeña carrera y se abalanzó sobre la cama de Nick, prácticamente aplastándole. - ¡Felicidades!

- ¡Y para ti también! – respondió Nick, quitándoselo de encima con cierto esfuerzo. – Todos los años haces lo mismo. Podrías ser un poco más original, ¿no?

- Entonces, ¿qué gracia tendría? Si lo divertido es aplastarte - dijo Peter, y se rió. – Vamos, arriba dormilón.

- Ya, va, ya va. Diecisiete años y sigue igual de pesado. ¿Quién lo aguantará con 40?

- ¿Es que pensáis vivir juntos a los 40? – preguntó Chris, divertido.

- Por supuesto. A ver si te crees tú que este aguantaría un solo día sin mí – dijo Nick, muy convencido. Tenía el pelo alborotado y se parecía bastante a la melena de un león.

- ¿A que te quedas sin regalo? – dijo Peter, haciéndose el ofendido.

- ¿Me has hecho un regalo? – preguntó Nick, con verdadero asombro, y con repentina culpabilidad: él no había pensado en nada. Nunca se hacían regalos en su cumpleaños... no tenían con qué y como era el cumpleaños de ambos a la vez pues....

- Sí, pero si quieres verlo tienes que bajar, o me lo guardo. Así que vamos, fuera de la cama – dijo, empujándole un poco. Nick se levantó y salió de entre las sábanas. Había dormido en ropa interior.

- ¿Y el pijama? – preguntó Chris

- En el cajón.

- Ahí puede estar.

- Hacía calor.

- Y por eso estabas envuelto en más capas que una cebolla.

- Sí, bueno...

- No tienes remedio – dijo Chris, poniendo los ojos en blanco, y empujándole para que terminara de salir. Él también tenía algo para él. Y para Peter, claro.

En la mesa, junto al desayuno, los chicos vieron una cajita.

- Vamos, abridla. Es para los dos – dijo Chris.

- ¿Un regalo?

- ¿A qué tanta sorpresa? Es vuestro cumpleaños, ¿qué otra cosa esperabais?

- Ya nos hiciste regalos en Navidad...

Chris les había regalado tantas cosas que habían tenido apuros para guardarlas. Libros, CDs, un mp4 para cada uno, un micrófono para Peter, una cámara de vídeo para Nick... Los chicos no se esperaban tantos regalos. Y sus tíos y abuelos les hicieron más. No estaban acostumbrados a eso. Nick en concreto parecía haber esperado que le dejara sin regalos, como hacían en el orfanato.

- Y fue hace solo cinco días – apuntó Peter.

- Esa suerte que tenéis, que se os junten los regalos. Vamos, abridlo.

Formando una familia [FANFIC DE EMBRUJADAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora